Diego está feliz; se "gradúa" del CRIT

Diego Mendoza Rodríguez, de 10 años, se encontraba con una gran sonrisa junto con su mamá, Teresa Rodríguez, tras haber ido a su última consulta en el Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil, (CRIT), por lo que el pequeño se mostró contento y muy entusiasmado.

Originario de León, Guanajuato, llegaron él y su familia a Hermosillo desde hace 3 años y medio para darle seguimiento de sus consultas y tratamientos, ya que "Dieguito", como le llaman de cariño, tiene diparesia espástica, por lo que sus huesos sí tienen crecimiento, más no los

músculos.Su mamá Teresa siempre ha estado a lado de él, cuidándolo, apoyándolo, mostrándole su amor, pues Diego indicó que siempre lo está protegiendo.

"Hoy estoy chiquito, pero tengo 10 añotes. A mi mamá le da miedo que salga solo, no me deja, siempre ando con mi hermana, le digo a mi mamá, ¿por qué no me dejas salir solo?, y me dice que le da pendiente, se preocupa", expresó.

Ir al cine es uno de sus pasatiempos favoritos, contó, además de que tiene muchos amigos y le gusta ir a clases de natación y beisbol, pues son los deportes que más le gustan.

"Me gusta mucho ir al cine, a comer palomitas y ver todas las películas; mi súper héroe favorito es Spiderman", añadió.

Diego está en quinto año de primaria, pero también estudia en su casa donde tiene un pizarrón en el que escribe "todo el día" y le gusta dibujar casas y edificios. El 13 de octubre cumplirá 11 años y ya está pensando en cómo lo celebrará.

CAMBIOS PARA BIEN

Teresa, su mamá, aseveró que ha visto cambios muy drásticos en su hijo y considera que Diego ya cumplió sus objetivos, por lo que el doctor le aseguró que puede llevar una vida normal como cualquier otro niño.

"Es independiente, todo se hace; fueron años muy buenos y provechosos, no se me hicieron pesados", agregó, "de hecho ahora no sé qué voy a hacer porque siempre hemos sido pacientes".

Continuará estudiando, aprendiendo en su escuela, ya que quiere ser un mecánico profesional, aunque antes quería ser doctor, maestro o estudiar alguna ingeniería.

Su tiempo de terapias en el CRIT terminó, pero aún le queda un gran camino por recorrer, seguir aprendiendo y seguir su vida como todos.