La Molienda, una dulce tradición
Una dulce tradición que surge de la molienda es la que realizan en Guadalupe de Ures, donde se elaboran los postres a base de azúcar de caña: El piloncillo, el moro y el punto en la Molienda Ruiz, un lugar muy buscado por quienes gustan de estas delicias sonorenses.
Desde temprana hora preparan las mulas y lavan los utensilios con lo que van a procesar el jugo de la caña, que es sometida a un proceso de dos horas hasta que despegan de los moldes las 'mancuernas' con cacahuate, que pueden ser degustadas por los turistas una vez que se enfríen.
"La molienda es una actividad que va decayendo año con año debido a que el proceso desde su cultivo -que es en enero- hasta la cosecha, en el mes de noviembre, resulta ser muy costoso por todos los cuidados que las plantas necesitan; además, la mano de obra escasea para este tipo de actividad", comentó don Guadalupe Ruiz.
"El primer paso es moler la caña, después de que se reúne una porción de doce botes de jugo se vacía en el primer cazo, donde se le quitan las impurezas y después se pone a cocer por un término de casi tres horas.
"Al llegar al último recipiente es donde se le aplica la leche y se pone a batir con el objetivo de que no se solidifique y se le puedan agregar los cacahuates; ya cuando alcance cierta temperaturase vacía en unos moldes para que finalmente, con un enfriamiento de media hora, el personal lo empiece a despegar", detalló.
Un dato curioso es que la máquina que muele la caña data del año de 1884 y fue traída desde Buffalo, Nueva York; don Guadalupe Ruiz la llevó a Ures hace 26 años desde su natal Tepache, cuando inició esta actividad.
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