Niña emprendedora trabaja por sus sueños
El inicio fue por su propia necesidad: Tenía 9 años y ya era una "devoradora" de libros, pero necesitaba un separador para marcar las páginas, así que su mamá le hizo uno artesanal, era una tira de tela con un dije como colgante.
Al día siguiente llevó su nuevo separador a la escuela, lo mostró a sus amigos y ellos le pidieron que les hiciera uno igual. "Empecé a tomar pedidos para llevarles, así fue como empecé a vender", recuerda ahora Mariana.
Hace cuatro años de aquellas primeras ventas de separadores para libros. Hoy Mariana Isabel Paz Leyva tiene 13 años, cursa segundo de secundaria y ya posee su marca registrada como Milibromx, una librería que funciona por Internet.
Dice que el gusto por la cultura, especialmente por leer, se lo inculcaron sus papás y en la escuela desde muy chica; su mamá le leía por las noches y así poco a poco empezó su amor por los libros.
"Sinceramente no inicié con los típicos clásicos, inicié con la literatura juvenil en ese tiempo, como Diario de Greg; ahorita leo más avanzado, tengo otros gustos diferentes", compartió.
Cuando hizo los primeros separadores para sus amigos, relató, fueron llegando más y más pedidos, hasta que Mariana se animó a participar en eventos de consumo local, como el Tianguis del Trueque.
"Para yo mostrar los separadores llevaba mis propios libros, y la gente me pedía el precio de los libros y en realidad eran míos, fue cuando ya fuimos averiguando en distintas librerías y nos aliamos con la primera, que fue Librería del Noroeste", explicó.
Hace alianzas
Con este negocio, Mariana hizo un acuerdo de tener libros a consignación para su venta por Internet. Tiempo después logró nuevas alianzas con otras librerías, hasta llegar a Porrúa y Gandhi, y también se añadió más mercancía, como lámparas de lectura, libretas y bolsas de viaje para libros.
En paralelo, también ha estado en los últimos años en la Feria del Libro con un espacio propio, donde más personas han conocido el proyecto de Milibromx a pesar de, en ocasiones, estar al lado de grandes "monstruos" en el negocio, como fue la propia Gandhi el año pasado.
"Mi mamá me dijo algo muy importante, ‘como Gandhi va a llevar gente a su local, también nos va a llevar a nosotros’. Y sí, es muy cierto, tuvimos muchas más ventas que quizá en otros años. Ahorita Gandhi no es tanto un rival sino un amigo, un aliado", aseguró.
Sus papás la han apoyado en todos sus proyectos y especialmente su mamá, Blanca Esthela, es quien le sigue el paso a todos lados. Juntas organizan también dos clubes de lectura, uno para niños y otro para adolescentes.
Y aunque llevan ya cuatro ferias del Libro y otros eventos locales, la principal plataforma de Milibromx sigue siendo Facebook, donde con frecuencia muestran las imágenes de los libros envueltos en papel ecológico, listos para entregarse a domicilio.
"Intentamos tomar mucho en cuenta lo ecológico. Las envolturas para regalo son gratuitas pero intentamos que sean ecológicas. Lo menos que podamos usar que contamine el ambiente", agregó Mariana.
Comparte su gusto
Además de la lectura, le gusta dibujar y escribir. De hecho, también presentó recientemente una antología que incluye uno de sus cuentos, "Nunca hagas enojar a tu amigo imaginario", que fue uno de los finalistas en el concurso "El pequeño gran escritor".
Aun así, todavía no tiene claro qué le gustaría estudiar ni cuál será el futuro de Milibromx, pues para ella no es precisamente un negocio sino una forma de compartir su gusto por la lectura.
"Más que como un negocio lo veo como un aprendizaje para el futuro. Sé que cuando esté más grande muchas cosas van a cambiar, y de alguna manera voy a estar preparada… Yo sé que a cualquier niño que se le hubiera ocurrido la idea antes que a mí, si tuviera el valor de hacerlo, lo hubiera hecho".
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