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Plantean ambientalistas aprovechar mejor el agua de la lluvia

Exponen que las familias pueden captar el líquido de techos y tejabanes y utilizarla posteriormente en el riego de plantas.

Plantean ambientalistas aprovechar mejor el agua de la lluvia

HERMOSILLO, Sonora.-Ante la escasez de agua, característica del clima desértico donde se encuentra establecida la ciudad de Hermosillo, grupos a favor de la preservación del medio ambiente apuestan por soluciones sustentables que permitan el aprovechamiento de este valioso recurso, y una de esas opciones son los sistemas de captación de agua de lluvia.

Sergio Müller, coordinador de información de la asociación civil Caminantes del Desierto, señaló que el propósito de estos sistemas es recibir el agua pluvial que cae de los techos, almacenarla y redistribuirla para cualesquiera que sean las necesidades del usuario.

“El agua de lluvia cae en la superficie dura de los techos y tejabanes y se va por el drenaje, lo cual es un potencial desaprovechado, ya que podemos utilizar esa agua para almacenarla depositándola en tanques, o infiltrarla y así aprovecharla para consumo humano o regar huertos o árboles”, explicó.

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De acuerdo con el activista ambiental, durante el año caen en Hermosillo aproximadamente 300 milímetros de lluvia al año, si se tiene un techo de diez metros por cinco metros es posible recibir cerca de 15 metros cúbicos de agua de lluvia.

Esta precipitación coincide con las registradas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pues el organismo nacional señaló que el promedio de precipitación anual en la estación del observatorio de Hermosillo es de 355.8 milímetros.

“Agua de Hermosillo (Aguah) da diez metros cúbicos de agua al mes, por lo que se está hablando de un mes y medio de agua gratis; al final el agua de lluvia no tiene dueño, no es de nadie, no es como que esté en un río, lago o presa federal, pero en ese momento es de quien la agarre”, acotó Müller.

SISTEMAS ACTIVOS Y PASIVOS

El Ayuntamiento de Hermosillo tiene su propio sistema de captación de agua de lluvia dentro del vivero municipal, el cual fue diseñado por Caminantes del Desierto, mismo que consiste de una canaleta, filtro, tanque y tuberías.

Müller llama a este un sistema “activo”, pues requiere asistencia humana para funcionar correctamente; primeramente se usa una canaleta para transportar el agua que cae del tejabán, la cual llega a un filtro donde se quedan todas las hojas de los árboles.

Podríamos pasarlo por un segundo filtro que es donde quedarían los sedimentos: Tierra y excremento de aves, y ya después tirarlo para los tanques, pero en este caso no es necesario porque es agua de riego para plantas, no para consumo humano”, explicó.

De ahí, el agua puede almacenarse en la cantidad de tanques que el usuario desee, en este caso la cisterna del vivero municipal puede almacenar de 2 mil 200 litros de agua, el cual, para no causar sobreflujo, debe ser direccionado hacia algún lado.

Los sistemas “pasivos”, señaló Müller, pueden prescindir del uso de cisternas, utilizando solamente el agua de la lluvia dirigiéndola a donde el usuario quiera pues éstos están, por naturaleza, automatizados.

"Lo más básico que se puede hacer para un sistema pasivo es una cuenca, pues es normal que donde haya un hoyo se junte el agua y luego crecen más plantas alrededor”, sostuvo.

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El sistema de captación de agua de lluvia del vivero también cuenta con una cuenca, a la cual se le colocaron piedras para que no se deslave o se haga más grande, y la canalizaron a una serie de canales, donde se riegan los árboles que tienen ahí.

Según el testimonio de Müller, un mezquite consume 10 mil litros de agua al año, por lo que si se toma el agua de lluvia y se traslada a dicho árbol, ya no se tendría que regar en todo el año, pues podrá mantenerse exclusivamente con agua de lluvia.

Los sistemas de captación pasivos pueden establecerse usando infraestructura con la que ya cuentan las casas, como las gárgolas que se colocan en los techos para desfogarlos de agua de lluvia, pues debajo de éstas pueden instalarse cisternas para almacenar agua o canales para direccionarla.

EL CASO TUCSON

Joaquín Murrieta Saldívar, ecologista del grupo de Tucson Water Management Group, indicó que Tucson, ciudad que comparte el mismo clima desértico que Hermosillo, ha creado su propia cultura de cultivo de agua pluvial.

Desde hace aproximadamente 15 años, Tucson ha venido desarrollando una estrategia de captura de agua a dos niveles: A nivel vecindario y de cosecha activa, los primeros se basan en sistemas activos, mientras que los últimos son los tanques donde se almacena el agua para el futuro.

“Pasivamente puedes guiar el agua hacia una cuenca donde se filtra y genera una serie de beneficios como disminución de inundaciones, disminución de isla de calor, creación de sombra y con eso disminuyes los calores”, explicó.

El Departamento de Agua de Tucson incentiva a los pobladores a cosechar el agua ofreciéndoles un reembolso de 2 mil dólares por instalar su propio sistema de captación de agua de lluvia.

De acuerdo con Murrieta Saldívar, para que Hermosillo comience con su propia cultura de cosecha de agua es preciso hacer más proyectos demostrativos como los realizados en el vivero municipal, para que la gente vea cómo funcionan estos sistemas.

COSTO

Sergio Müller consideró que cualquier persona puede aspirar a tener un sistema de captación, sin embargo debe adecuarse a sus necesidades y posibilidades.

Un sistema de captación activa para almacenar 4 mil litros puede llegar a costar 20 mil pesos, siendo el componente más elevado el de las cisternas.

Lo más accesible es tener las cuencas, captarla para nuestro huerto o nuestras plantas, pues es más elaborado y costoso dirigirla a tanques de almacenamiento”, sostuvo.

Añadió que si una persona quiere implementar estos sistemas, lo primero que debe hacer es percatarse para dónde corre el agua en su casa y así saber dónde va a invertirle.

VIABILIDAD

El representante de Caminantes del Desierto señaló que por metro cuadrado es posible captar 200 litros de agua de lluvia, por lo que una vivienda de interés social puede captar 10 mi litros al año, con lo cual las casas de las invasiones podrían beneficiarse.

“En vez de estar batallando con el agua y el acarreo de pipas, es cuestión de aprovecharla y saberla dirigir un poco, el agua que ha sido recolectada se puede usar para un huerto, así como para trapear o hacer limpieza en la casa”, comentó.

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