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VIDEO: “La pitaya nunca va a pasar de moda”

Para las pitayeras de Carbó, Sonora, esta fue una muy buena temporada.

HERMOSILLO, Sonora.- A pocos días de que termine la temporada de las pitayas, los vendedores de esta fruta dicen estar agradecidos por la buena venta que hubo este año en Hermosillo, y la consideran como un manjar y un regalo de Carbó para Sonora.

A la cubeta (de pitaya) le sacamos de mil 400 a mil 500 pesos, que es muy buen ingreso, y podemos vender una, dos, a veces hasta tres, cuando está bueno el día”, mencionó María Dolores Burrola, conocida como Loly.

Las pitayeras de Carbó, Sonora, están orgullosas de traer este manjar a los hermosillenses.

“Yo digo que la pitaya no va a pasar de moda, tenemos muchos años vendiendo y no pienso que pase, al contrario, mucha gente la espera con ansias, es una maravilla que Dios nos da, un manjar, más en Carbó, que es donde se da la más buena”, consideró orgullosa.

El andador del Mercado Municipal es el lugar en el que los hermosillenses buscan las codiciadas pitayas.
FOTOS: LEONOR HERNÁNDEZ Y ELEAZAR ESCOBAR

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TODA UNA VIDA

Entre las vendedoras que se ponen en el Mercado Municipal, hay “pitayeras” que se han dedicado a este negocio por 15, 20 y hasta 25 años, como el caso de Amalia Salcido, también de Carbó, Sonora.

La mujer, desde los 37 años, comenzó a vender pitayas cuando su marido murió y le dejó este negocio, ahora con 62 años de edad, vende la cactácea con la misma alegría que cuando su marido estaba vivo, pues sabe que es una tradición que distingue a su familia y a su pueblo.

“Tengo 25 años vendiendo Pitaya todos los años, desde los 37; mi marido se dedicaba a vender pitaya y cuando el murió yo decidí seguir con la tradición.

Esta es una tradición de muchos años, yo recuerdo que desde niña siempre hemos venido a la venta de la pitaya, y todos la compran, tanto viejitos, pensionados, hasta gente de oficina; personas del Sur o del otro lado, que es de esta región y quieren comprarla”, mencionó.

Son los últimos días del codiciado fruto del desierto.

Desde las 7:00 hasta las 16:00 o 18:00 horas, puede encontrar a las “pitayeras”, quienes ofrecen la fruta a todas las personas que pasan por el Centro o el Mercado Municipal.

“¡Pitayas, pitayas, lleven su pitayas, a 10 las pitayas!”, gritan mientras ventean la fruta con una toalla.

Aun cuando muchas personas no vayan a comprarlas, la mayoría voltea con curiosidad ante el rojo vibrante de la jugosa fruta, la cual aunque puede usarse en diferentes recetas, para las pitayeras de Carbó, la mejor manera es comerla directo desde la cáscara, para disfrutar el jugo y la pulpa con su máximo sabor.

Rosario Valenzuela, de 17 años de edad, es diestra en su tarea de quitarle las espinas a las deliciosas pitayas que vende afuera del Mercado Municipal.

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