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¡Y todavía no llega el verano! Así sobrevivieron en Hermosillo a los 49.5 °C

Ayer fue el día más caluroso en lo que va de 2024, lo que da idea de cómo será el verano que apenas empezará el día 21.

¡Y todavía no llega el verano! Así sobrevivieron en Hermosillo a los 49.5 °C

HERMOSILLO, Sonora.- Históricamente el mes de Junio es el que tiene los récords más altos de temperaturas en Sonora, con valores cercanos a los 50ºC, por tal motivo, las temperaturas por encima de los 45ºC en junio son anormales, pero no es raro que se presenten, según el meteorólogo Gilberto Lagarda Vásquez, de la Conagua Sonora.

El día de ayer en Hermosillo se vivió el día mas caluroso en lo que va del 2024, el termómetro marcó una temperatura máxima de 49.5°.

Pese al fuerte y sofocante calor, en la ciudad la actividad diaria siguió su curso, trabajos, escuelas, comercios, transporte público. ¿Cómo enfrentaron los Hermosillenses las altas temperaturas ante un día de rutina normal?

Carlos Padilla no encontró mejor manera de hacer frente al calor que refrescarse con un trozo de hielo mientras caminaba por Sahuaripa y Colosio, ayer. Al final sonrió, después de mitigar un poco el calor. FOTOS: TEODORO BORBÓN

“YA ESTAMOS ACOSTUMBRADOS, CON UNA AGUA HELADA NOMÁS”

Ya acostumbrado al calor de más de 40 grados centígrados, el señor Felipe Martínez Tepetlanco, de 52 años de edad, trabaja junto a otras tres personas en la remodelación de una casa en el cruce de las calles Mendoza y Gándara, de la colonia Olivares.

La frase “el calor es sicológico” es casi una filosofía de trabajo para el albañil, quien junto a su equipo de tres personas pinta las paredes externas de la vivienda a pesar de recibir los rayos de Sol directamente.

Está agradable para nosotros, estamos acostumbrados”, dijo, soltando una carcajada, “ya no nos hace, con un agua helada nomás y un suero podemos aguantar”.

Felipe Martínez Tepetlanco, de 52 años de edad, asegura ya estar acostumbrado trabajar en días calurosos como ayer. FOTO: GERARDO GONSÁLEZ

Confiado de su resistencia al inclemente resplandor del Sol, el trabajo del señor Felipe comienza alrededor de las 07:40 y termina a las 17:30 horas, con una hora de descanso para comer entre las 12:00 y las 13:00 horas.

A pesar de tratarse del día más caluroso en lo que va del año, el albañil no consideró comenzar a trabajar desde más temprano porque, se sinceró, no tiene la costumbre de hacerlo, además de que le es sencillo ignorar la sofocante iluminación.

El señor Felipe aseguró que, a pesar de tentar a la suerte trabajando en semejantes condiciones, nunca ha tenido que lidiar con una afección atribuible a las altas temperaturas, como una deshidratación o golpe de calor.

La ‘neta’ que gracias a Dios todavía no, quién sabe después, ya nos acostumbramos, de todos los que andamos ninguno la ha pasado tan mal, quién sabe, como que se adapta uno al calor”, indicó.

REALIZA JUAN UN TRABAJO “INFERNAL”

Alrededor de siete litros de agua y dos litros de suero fueron lo suficiente para que Juan Fernando Cruz Barceló, quien se dedica a asar carne en Carnes Aldecoa, pudiera soportar su jornada laboral en lo que fue el día más caluroso del año hasta ahora.

El hombre de 46 años manifestó que lo más pesado de su trabajo fue el estar frente a las brasas desde las 15:00 a las 16:30 horas, en donde el termómetro llegó a marcar más de 50 grados centígrados.

Tome mucho suero, mucha agua y limón con sal, la soda pues no porque sí te quita la sed un ratito, pero por el azúcar te pega más fuerte el calor”, dijo.

Juan Fernando Cruz asa la carne en un comercio de la colonia Villa de Seris. FOTO: JULIÁN ORTEGA

A CUBETAZOS ENFRENTA FAMILIA CALOR DE CASI 50 GRADOS

Un solo abanico y unos baldes de agua es la forma que tiene Cinthya Tapia Gámez para refrescar a sus seis hijos, todos ellos menores de edad.

La joven madre de 29 años, quien vive en la colonia Villa Verde, indicó que el tomar agua helada y mojar a sus hijos a cubetazos es la única forma de que no resientan las temperaturas, que ayer martes estuvieron cercanas a los 50 grados centígrados.

Hace dos meses vivimos aquí, con pura agua helada y tengo un abanico pero es para ellos (los niños), yo duermo sin abanico, dejamos la puerta abierta para que entre el aire”, comentó.

La familia en ocasiones permanece afuera de la vivienda, cerca de la toma de agua para que puedan mojarse la cabeza o el cuerpo en caso de sentir calor extremo.

“No me voy a algún albergue porque luego cuando regrese no voy a encontrar nada”, dijo, “por eso mejor nos esperamos aquí a que baje el calor”.

Con una conexión irregular, la madre de familia ha podido conectar un foco y el abanico para que ayude a que circule el aire dentro de la habitación en la cual solo hay una cama y es donde duermen los menores.

La madre, originaria de Agua Prieta, Sonora, indicó que comparado con su ciudad natal, es mucho menor caluroso y es muy diferente en cuanto al calor.

Allá de donde yo soy en la noche se pone fresco como a las siete u ocho de la noche, es muy diferente; pero tengo que imponerme, como me dicen mis vecinas”, manifestó.

Cinthya expuso que aunque a veces quisiera regresar a Agua Prieta por la cuestión de las altas temperaturas, busca el poder salir adelante junto a su marido para mejorar la vida de ella y de sus hijos.

Dos niños integrantes de la familia Vázquez Tapia mitigan el calor con el pequeño chorro de la llave, en la vivienda que habitan en el fraccionamiento Villa Verde. FOTO: TEODORO BORBÓN

USUARIA DEL TRANSPORTE SIENTE VIENTO CALIENTE COMO LLAMAS

Bajo la escasa sombra de una parada de transporte urbano, ciudadanos se resguardaban a la espera de la llegada de los camiones urbanos.

Con temperaturas de más de 45° desde medio día, usuarios como Aneth Samira, esperan por cerca de media hora el transporte urbano.

Con una sombrilla para cubrirse de los rayos del Sol y una botella de agua helada, la joven sale todos los días y camina por cerca de 10 cuadras hasta la parada de camión para trasladarse a su trabajo.

Todos los días espero el camión para ir al trabajo, a esta hora siempre me traigo una sombrilla para cuando me bajo en la parada, ahorita está medio sombrita y con agua para no deshidratarme”, mencionó.

“El viento caliente lo siento como las llamas”, dijo Aneth quien este miércoles sintió el calor más intenso de la temporada, ya que el termómetro llegó a marcar 48° en esta zona donde se encontraba la parada de camión en bulevar Progreso y Sierra Colorada.

Aneth Samira espera el camión urbano bajo una temperatura de 48 grados centígrados a la intemperie en Sierra Colorada y Progreso, colonia Solidaridad. FOTO: JULIÁN ORTEGA

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