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Estar lejos de Venezuela no lo hace sentir mejor ni más seguro

Arturo, venezolano radicado en México, dice sentir impotencia e incertidumbre de que pasará con su país ante los conflictos derivados de las últimas elecciones.

Estar lejos de Venezuela no lo hace sentir mejor ni más seguro

HERMOSILLO, Sonora.- “Yo no soy un privilegiado por estar fuera de mi país, yo no soy un privilegiado cuando hay una impotencia enorme de saber que mi mamá está allá”, manifestó Arturo Berrellez Atahua, quien es venezolano y dice no saber qué pasará con su país el día de mañana.

Antes de las elecciones pensamos que sí iba a hacer una transición un poco fuerte, pero no tan violenta”, aceptó el hombre, “yo especulando, pensé que el Gobierno iba a llegar e iba a decir: ‘Sí, te entrego el poder, pero yo me quedé con el 49% de la votación’.

“Eso todavía podía ser entendido, esperado, vaya, pero no sabíamos que iba a ser tan descarado el fraude, y que la situación iba a ser tan dura”, confesó afligido.

TIENE YA 7 AÑOS VIVIENDO EN EL PAÍS

Berrellez Atahua, quien tiene ya siete años viviendo en el País, contó que en el 2014 él fue parte de los protestantes que querían evitar que Nicolás Maduro tomara el poder.

En ese entonces, el conflicto inició en su ciudad de origen, Puerto Ordaz, al Sureste de Venezuela, cerca de la frontera con Colombia.

En ese tiempo, recordó, murieron más de 200 jóvenes en manos de militares armados, y el conflicto duró 45 días de dolor y guerra.

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SITUACIÓN DE SU PAÍS LE CAUSA DOLOR Y FRUSTRACIÓN

Aunque Arturo no sabe qué tanto se pueda alargar esto, estar lejos de ello no lo hace sentir ni mejor, ni más seguro, afirmó, porque el trauma, el dolor y el sentimiento de frustración que le causa ver la situación en redes sociales le hace sentir que está de nuevo en medio de la dictadura.

Puerto Ordaz fue una de las ciudades más conflictivas, sobre todo un sector que se llamaba La Churuata, que era donde vivíamos; en ese momento se nos truncaron todas las vías, para que no entrara y saliera nadie.

“Las protestas duraron 45 días, muriendo más de 200 jóvenes en manos de armas, militares; nuestras armas era el pensamiento, los libros, piedras, bombas molotov y el mortero, pero ellos tenían nueve milímetros, metralletas, perdigones, ahora imagínate qué va a pasar si esos que nos atacaron ya también están hartos”, manifestó.

TEME QUE SU MADRE NO PUEDA SALIR DE VENEZUELA

Puerto Ordaz, donde está su madre de visita, está lejos de Caracas, la ciudad con mayor conflicto, hoy es el único día que tiene oportunidad de salir, ya que se van a eliminar los vuelos internacionales.

Esto, dice, lo llena de impotencia y miedo, puesto que Caracas está entre nueve y doce horas de Puerto Ordaz en carro, y si cancelan los vuelos nacionales de un lugar a otro, su mamá no va a poder tomar su viaje para Colombia, ni va a lograr salir del país antes de que se ponga más intenso el problema.

Mañana (hoy) cierran los aeropuertos internacionales; mi mamá viajó con Copa Airlines y la aerolínea dijo, bueno se suspenden los vuelos y mañana van a salir los últimos vuelos a Colombia y de ahí no hay vuelos hasta el 2025.

“El problema es si hay vuelos nacionales, porque yo puedo comprar el vuelo a nivel internacional de Colombia a México y todo bien, el problema es el vuelo de Puerto Ordaz a Caracas, y es lo que pasaba siempre en Venezuela o ha pasado en los últimos 10 años, el que va a pasar mañana, nunca sabemos qué va a pasar mañana y esto es la incertidumbre con la que ha vivido los venezolanos desde hace una década”, afirmó.

Arturo espera con fe que su madre pueda salir del país y volver a Monterrey, Nuevo León, donde vive con su padre en la actualidad.

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