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Casa Guadalupe Libre vela por bienestar de niños en abandono

Desde hace 23 años brinda alimento, techo y apoyo integral a menores vulnerables

Casa Guadalupe Libre vela por bienestar de niños en abandono

HERMOSILLO, Sonora.- Casa Guadalupe Libre inició hace 23 años para sacar menores de las calles y ofrecerles condiciones dignas para vivir, en la actualidad la institución desea poder llevar el proyecto más allá, y darles a los jóvenes egresados la oportunidad de un plan de vida.

El saber que cuentas con alguien cambia la vida”, señaló Alan Peiro Rodríguez, director de la casa hogar desde hace 18 años, “no podemos decirles ‘ya cumpliste 18 años ya no te queremos ver’ nuestro trabajo sigue porque hemos visto que eso ayuda a que ellos les vaya mejor”.

“Eso es lo que estamos mejorando, ya tenemos años haciéndolo, seguimos en contacto con ellos, los apoyamos, pero queremos, de alguna manera, hacer una extensión de la casa, con mayor estructura, incluso mayor infraestructura, para seguirlos apoyando una vez que inicien esta etapa”, dijo.

Alan Peiro Rodríguez, Director de Casa Guadalupe Libre.

“TRABAJAMOS 24 HORAS LOS 265 DÍAS DEL AÑO”: DIRECTOR

Fue en los 1999 cuando el proyecto inició, primero como un comedor para niños en condición de vulnerabilidad, pero al ver que esto no era suficiente, ciudadanía organizada decidió crear una casa hogar, relató.

Dos años después, en el 2001, gracias a ciudadanos, empresas privadas y el Ayuntamiento, se logró la inauguración de Casa Guadalupe Libre, la cual, hasta el día de hoy, ha asistido con alimento, techo, apoyo sicológico, educativo, emocional y espiritual, a más de mil niños y adolescentes en abandono, en la ciudad de Hermosillo.

“El trabajo fuerte de nosotros no es tanto que tengan dónde estar y comer, eso tiene su dificultad, claro, pero no es el trabajo fuerte”, mencionó, “lo fuerte es la parte de buenas noches, buenos días, por favor, gracias, es mejor esta palabra y no esa, se pide, no se toma, no se resuelve todo a golpes, ese es el reto.

“Darte cuenta que tienen la perspectiva de la vida muy deformada, porque si viven en hacinamiento, o han vivido experiencias que no les tocaban y han sido víctimas de abuso, tienes que reeducar y ayudarles, son niños con muchas afectaciones y los cuales tenemos que apoyar para reintegrarlos a la sociedad”, explicó.

Nosotros siempre estamos aquí, trabajamos 24 horas de los 365 días del año, entonces si alguien quiere visitarnos, ayudar, o hacerles algo especial a los niños, nosotros lo agendamos, no pasa absolutamente nada, porque aquí estamos de manera permanente”.

Los menores tienen un espacio para hacer sus oraciones.

TRABAJO EN CASA HOGAR NO ES SENCILLO: PEIRO

El trabajo que realiza Casa Guadalupe Libre a favor de los menores no es sencillo ni lleva poco tiempo, menos cuando la mayoría de los niños que reciben no tienen una historia clínica, académica, o conductual a través de la cual conocerlos, señaló Alan Peiro Rodríguez, director de Casa Guadalupe Libre.

Por eso, cada vez que llega un niño a la casa hogar, le toca al personal del lugar hacer un expediente completo de cada beneficiario, comenzar a evaluar cuál es su estado físico, emocional y de desarrollo, para trabajar a través de él, y que integración a la casa sea lo más sencilla y armónica posible.

Normalmente, cuando llegan aquí no sabemos nada, su historia no la podemos tener porque no la hay, y es aquí donde empezamos a conocerlos, a observarlos, escuchar lo que nos cuentan, preguntar a los maestros en las escuelas y así gradualmente vamos armando su vida, y ver cómo podemos ayudarla.

“A cada uno que llega le hacemos una valoración médica, análisis clínicos, que un médico vea peso, talla, si no trae golpes, o si trae algún indicio de que ha sido operado, y tener un análisis médico de su condición”, detalló.

Aunado a ello, añadió, se valora su desarrollo académico, intelectual, socioemocional y neurológico, para poder determinar qué necesita, a qué año escolar se puede reintegrar y cómo va a ser su integración a la casa.

Normalmente, dijo, los jóvenes llegan en estados de mucha ansiedad, depresión o incluso de adicciones, pero con cada uno de ellos se busca la manera de acercarse, hacerlos sentir cómodos, amados y con esperanza de un futuro mejor.

Casa Guadalupe Libre busca ofrecer a los niños y adolescentes condiciones dignas para vivir. FOTO: TEODORO BORBÓN

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NECESIDADES

Hacer esto no es un trabajo fácil, ni mucho menos accesible, aceptó, se requiere personal capacitado para ello, que sean remunerados y también asegurados, para que puedan desarrollar correctamente su trabajo.

Asímismo, darles condiciones de vida dignas a los niños y jóvenes, con alimento, techo, educación, espacios higiénicos, pero también recreación, diversión y actividades de esparcimiento.

Peiro Rodríguez resaltó que la casa hogar solo vive con apoyos de la ciudadanía, por lo que lograr salir adelante día a día no es fácil, por eso invitan a más gente a conocer el proyecto y apoyarlo, con las diferentes necesidades que tienen los menores que ahí viven.

La casa vive con puros donativos, donativos en especie y donativos en efectivo, ocupamos dinero, por ejemplo, para pagar los servicios, impuestos, algunas cosas que ocupamos pagar.

“Aquí tenemos que contratar personal competente, desde el sicólogo de planta, la pedagoga, el maestro de apoyo, el médico, pero para eso, la gente también demanda que se les pague bien, pero nosotros le estamos apostando a eso, porque es lo que vemos que da mejores resultados”, manifestó.

Por eso mismo, la institución busca continuamente patrocinios que le ayuden a pagar todas estas necesidades, así como ofrecerles a los jóvenes lo necesario para su vida diaria, como desodorantes, ropa, calzado y alimento.

“Para el regreso a clases estamos pidiendo ayuda para pagar sus uniformes, porque tenemos unos uniformes donados por el Gobierno, pero ocupamos al menos dos para cada niño, entonces tenemos que comprar otro y para eso necesitamos dinero”, expuso.

El sicólogo y educador recordó que en un hogar, las necesidades nunca terminan, y esto es mayor cuando este hogar tiene 22 niños en desarrollo, como es el caso actual de la casa.

Por eso, invitó a la población que desee apoyarlos, hacerlo sin miedo de que sea poco, ya que desde un rollo de papel, hasta una aportación económica, todo será bien utilizado por el bien de los menores.

Los menores cuentan con una biblioteca para realizar sus consultas. FOTO: TEODORO BORBÓN


UN PROYECTO A FUTURO.

Actualmente, el proyecto para Casa Guadalupe Libre, contó, no es solo seguir apoyando a niños y adolescentes con un hogar y espacio digno donde vivir, sino apoyarlos hasta que sean adultos independientes, con una carrera finalizada y mayores oportunidades de sobresalir.

Actualmente, ya les dan a los jóvenes que cumplen su mayoría de edad, respaldo hasta que son capaces de independizarse.

Los niños antes, cuando tenían 17 años empezaban a sentir mucha ansiedad por miedo de que los fuéramos a correr, entonces nosotros les explicamos, hey, no porque cumplas hoy, mañana te tienes que ir, aquí vas a estar hasta que puedas, gradualmente, egresar y conseguir un espacio, jamás los dejamos solos”.

Casa Guadalupe Libre proyecta ampliar su infraestructura para seguir apoyando a los adolescentes hasta que sean adultos independientes. FOTO: TEODORO BORBÓN


CÓMO AYUDAR

  • Con apoyo económico: A la cuenta Scotianbank 11006374093, la clave 04477011063740936, o comunicándose al teléfono casagpelibreadmon@ gmail.com, para mayor información al respecto.

ESPECIE:

  • Calzado deportivo negro en diferentes tallas, alimento, ropa interior para niño de 10 años en adelante, artículos de higiene.

RECREACIÓN:

Actividades para los menores, donación de juegos de mesa, video juegos en buen estado, o actividades recreativas y culturales.

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