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Concepción Rivera, desde hace 9 años cuida con amor a niñas en situación de vulnerabilidad en Casa Hogar La Providencia

Aunque la rutina es agotante físicamente, cuidarlas todos los días es un motivante que la llena de vida, por lo que desea seguirlo haciendo mientras tenga fuerzas para ello.

Concepción Rivera, desde hace 9 años cuida con amor a niñas en situación de vulnerabilidad en Casa Hogar La Providencia

Concepción Rivera Palafox trabaja desde hace 9 años en Casa Hogar La Providencia, cuidando y alimentando a las niñas en condición de vulnerabilidad que viven ahí, siendo tanta la convivencia que tiene con ellas, que ya las quiere como su abuela.

Ellas son muy cariñosas conmigo, siempre me andan abrazando, nunca me faltan al respeto, las veo muy felices aquí; sí, como toda niña tienen sus berrinches y todo, pero luego se les pasa”. declaró Concepción.

Aunque al principio empezó a trabajar en el área de cocina únicamente, hace dos años le ofrecieron quedarse toda la semana al cuidado de las menores, las cuales empieza a atender desde las 05:00 horas.

Yo me acuerdo de todas las que me ha tocado cuidar, ya no las olvidas, imposible, porque aprendes a quererlas, a convivir con ellas, te ganan el corazón, se quedan contigo para siempre”, compartió enternecida.

Temprano, contó, las despierta, les hace desayuno, junto con otra de las cuidadoras las despachan a la escuela y empieza a alistar todo para la comida.

Su día, no obstante, termina hasta después de las 18 horas, cuando les cocina la cena y junto a las sus compañeras las despachan a sus cuartos para acostarse.

Yo aquí me quedó con las niñas toda la semana, entró el lunes y salgo hasta el viernes, yo tengo un dormitorio y trabajo en la cocina. Al principio sí se me hizo difícil, porque según yo no tenía paciencia para los niños, y vine a caer a un mundo de niñas, pero la verdad todo fluyó muy bien, aprende uno mucho uno con ellas, todos los días aprendo algo”, relató.

Y aunque la rutina es agotante físicamente, cuidarlas todos los días es un motivante que la llena de vida, por lo que desea seguirlo haciendo mientras tenga fuerzas para ello.

Sí me gusta, me ha apasionado este trabajo y mientras pueda trabajar, voy a trabajar. Tengo 65 años y me dije, ya no iré este ciclo, pero no, sí puedo trabajar voy a seguir, el día que no pueda hasta ahí será, este trabajo me motiva mucho; cuando encontramos a las niñas que ya se graduaron en el Centro, y me gritan, me van y me abrazan, me da mucho gusto”, expresó.

Este día del abuelo, Conchita, como le gusta que le digan, compartió que sus niñas son también sus nietas en su corazón.

Ella desea verlas felices y crecer sanas en la casa hogar, y esta contenta de colaborar todos los días en hacerlo posible.

Concepción cuenta que cuando salen de vacaciones extraña a las pequeñas y muchas veces se encuentra desesperada por verlas, agregando que hacerle comida que les encante a la niñas, es de sus cosas favoritas además de que la pone sumamente contenta.

Aquí había una niña que le gustaba mucho el espagueti con pollo, espagueti verde le decía, y cuando le hacía me ponía bien contenta de que ella se lo comiera encantada, igual el chorizo con huevo, ‘Conchita haznos tortitas con huevo’, se emocionan y uno le gusta verlas”.

Para ayudar.

Casa Hogar La Providencia es un espacio para niñas en condición de vulnerabilidad, que se encuentra en la colonia 5 de Mayo.

Actualmente alberga 16 niñas entre 7 y 14 años, a las cuales les ofrece techo, alimento, útiles escolares, apoyo emocional, afectivo y económico.

Si desea ayudar puedes hacerlo con donaciones de despensa básica como:

  • Huevos
  • Leche
  • Avena
  • Atún
  • Latas de alimento
  • Galletas
  • Chocomilk
  • Harina
  • Productos lácteos (crema, queso, etc)

Para más información comunicarse 662 191 2629

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