“Soy una persona activa y me deprime mucho estar encerrado”: Krimpe

HERMOSILLO, SONORA.- En 38 años, Claus Krimpe ha logrado rescatar 6 mil gatitos pero en esta ocasión, es él quien necesita la mayor ayuda posible de la sociedad al permanecer en cama debido a una cirugía para amputar su pie derecho.

El rescatista de 63 años señaló que antes de entrar a cirugía logró a acomodar más de 30 gatos pequeños, sin embargo, once felinos se quedaron con él tras su salida del hospital hace una semana.

Mis gatos necesitan sobrecitos, porque en croquetas los tengo cubiertos”, dijo, “en cuanto a mí, pues necesito gasas, cinta adhesiva para las vendas y vendas”.

La situación actual es preocupante para “Don Gato”, como él mismo se autodenomina y sus conocidos, debido a que el médico le mencionó que no podría trabajar en al menos un año hasta que se haya adaptado.

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“Yo digo que sí puedo salir de esto, no creo durar mucho porque soy una persona activa y me deprime mucho, me deprime demasiado el estar encerrado”, expresó.

DUERME EN SU TALLER

Actualmente, se queda en el cuarto que fue su taller durante más de 30 años, sin las mesas, sin sillas y sin herramientas y a diferencia de hace días atrás solo hay una habitación donde hay una televisión, una cama y cerca de tres muebles pequeños para ropa.

Antes de la operación, pidió a amigos y conocidos ayudarle en la limpieza del espacio para poder quedarse en ese lugar que fue su taller, el cual, añora y le pone triste estar en la incertidumbre por la falta de trabajo.

“Fue una decisión que yo tomé, porque necesitaba tomarla”, dijo en tono de tristeza, “me siento aplastado, digo yo ¿de qué voy a vivir?, ¿cómo le voy a hacer? Me voy a adaptar pero tengo que aguantar”.

Aunque extraña el tener varios gatos en su hogar, reconoció que sería difícil el hacerlo, ya que apenas tiene una semana fuera del hospital y debe cuidar su pierna.

No me puedo cuidar ni yo, no me puedo levantar de la cama, no puedo subirme a la silla de ruedas, no puedo usar muletas, viene una persona que me ayuda a limpiar, me ayuda a bañarme, porque fue algo que me agarró fuera de base, nunca pensé que me fuera a pasar”, comentó mientras una almohada sostenía su cabeza.

Krimpe recordó que hace 38 años fue cuando inició con el rescate de gatos, cuando alguien le llegó con una pequeña gatita.

“Me la trajeron y yo no la quise, resulta que los chamacos la tenían allá afuera lastimándola y fue cuando dije ‘déjala aquí’ a quien me la trajo”, comentó.

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