Convierte listones y papel celofán en vistosas coronas

HERMOSILLO, SONORA.- Por más de 10 años Guadalupe Anzúa Bernal realiza coronas de flores alusivas al Día de Muertos y la actividad se ha convertido en una tradición en su familia.

La fabricación de coronas, Guadalupe la aprendió desde que era niña, ya que su mamá las hacía días previos al 2 de noviembre, con el fin de venderlas para poder ayudarse económicamente.

Con la ayuda de su esposo Alejandro Trejo, de 58 años, y su hijo Carlos Alejandro, de 41, Guadalupe, de 56 años, inició desde hace una semana la realización de las coronas en sus distintos colores y tamaños, hechas a base de listón celoseda, alambre y papel celofán para la envoltura.

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A pesar de que los tres cuentan con discapacidad y necesitan una silla de ruedas para trasladarse de un lado a otro, el trabajo arduo y la creatividad se ven reflejados en cada una de las piezas.

Yo tengo diabetes y desde hace dos años me amputaron la pierna. Mi esposo, desde hace varios años está enfermo, también está en silla de ruedas, pero él ya no me puede ayudar, casi, y mi hijo, pues me ayuda en las noches con las flores”, dijo.

TIENE SU CLIENTELA

Guadalupe y su familia llegan a hacer entre 100 y 150 coronas cada temporada, en diferentes tamaños y en forma de corazón, cruz o circular, que es la más tradicional.

Platicó que cuenta con su clientela, quienes la buscan cada temporada para adquirir las coronas que son del agrado de muchos; algunas coronas las hace por encargo y las demás, las vende en su pequeña tienda de abarrotes que tiene en su casa.

“A mediados de octubre, es cuando ya tengo un buen número de coronas y las empiezo a colgar aquí, en la tienda y por fuera. Así, la gente cuando pasa, las ve y me viene a comprar. Las vendo todas siempre”, externó.

La mayoría de los clientes son locales, agregó, pero también hay gente que conoce de su trabajo y llegan desde Cananea, Ímuris, Ciudad Obregón y Estados Unidos, quienes llevan varias coronas para colocárselas a sus difuntos.

Los precios oscilan entre los 120 y 350 pesos, y se encuentran a la venta en el abarrotes de Guadalupe, localizado en las calles Monteverde, entre Divisaderos y Tepache, de la colonia Lomas de Madrid, al Norte de la ciudad.

Esto lo aprendí de mi mamá y ya es una tradición, porque lo seguimos haciendo nosotros y es muy bonito. Además, lo hacemos por necesidad, es nuestra única entrada, a parte de la tiendita”

—  Guadalupe Anzúa Bernal, 56 años.

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