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Diversidad e inclusión: claves para un buen entorno empresarial

Los lugares de trabajo que logran unir innovación, humanidad y equidad son aquellos que tendrán la capacidad de prosperar en el futuro. Su reto: transformar la diversidad en un motor de inclusión.

Diversidad e inclusión: claves para un buen entorno empresarial

Las prácticas inclusivas en los lugares de trabajo en un mundo empresarial cada vez más globalizado y conectado no representan sólo un ideal ético, son también una necesidad estratégica para las organizaciones que aspiran a ser líderes en sus respectivos sectores.

De acuerdo con la organización internacional Great Place to Work, la diversidad y la inclusión en las compañías son catalizadores esenciales para la innovación, el crecimiento y la retención de talento.

Grandes beneficios
La diversidad se centra en la representación, por ejemplo, el número de géneros, razas, orientaciones sexuales o culturas presentes en una empresa; en cambio, la inclusión se asegura de que cada individuo se sienta valorado e invaolucrado, con las mismas oportunidades que el resto.

Un lugar de trabajo puede ser diverso pero no inclusivo, si sólo ciertos grupos tienen autoridad o si las perspectivas de algunos empleados son ignoradas, lo que resalta la importancia de un entorno laboral donde cada persona pueda llevar su “yo completo” al trabajo, sintiéndose segura y aceptada.

La implementación de una cultura inclusiva no sólo tiene beneficios humanos, sino también económicos y operativos.

Según Great Place to Work, las empresas que fomentan la inclusión experimentan un mayor crecimiento de los ingresos, tienen una mayor disposición para innovar y una capacidad ampliada para reclutar y retener talentos.

Inclusión genuina
Cuando los empleados perciben que sus ideas y contribuciones son valoradas, se sienten motivados, orgullosos de su trabajo y más comprometidos con la organización; por el contrario, la falta de inclusión genera desconfianza y puede llevar al desgaste del talento.

La consultora resalta que el riesgo de limitarse a promover la diversidad sin una inclusión real es caer en el simbolismo, por lo que para lograr una cultura inclusiva, las empresas deben asegurarse de que la diversidad esté presente en el liderazgo y en la toma de decisiones.

Por ejemplo, no basta con tener un equipo diverso: es fundamental que mujeres, miembros de la comunidad LGBT+ y otros grupos históricamente subrepresentados estén en posiciones estratégicas y sean parte activa del desarrollo de la organización.

La cultura “Para Todos”, como la define Great Place to Work, se construye mediante actos cotidianos de reconocimiento, compasión y respeto, por lo que en un entorno laboral diverso, las experiencias diarias de inclusión crean un sentido de pertenencia y dignidad.

Unida a una inclusión genuina, la diversidad es un imperativo moral y una ventaja competitiva que asegura el éxito en un panorama empresarial en constante evolución.

Mejor ambiente
De acuerdo con Great Place to Work, la implementación de una cultura inclusiva tiene beneficios humanos, económicos y operativos.

- Mayor crecimiento de los ingresos.
- Mayor disposición para innovar.
- Amplia capacidad de reclutar y retener talentos.

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