Don “Chema” de 76 años y con muletas sale a trabajar en su triciclo en Hermosillo

HERMOSILLO, Sonora.- A pesar de necesitar muletas para caminar, José María Contreras Ramírez, de 76 años de edad, sale a diario en su triciclo para vender bolsas de duros y frituras por las calles de la colonia Y Griega.

Conocido entre los vecinos como “Chema”, don José María inicia su jornada cada mañana, de lunes a sábado, alrededor de las 10:00 horas. Montado en su triciclo, ofrece bolsitas de duros con “chetines”, entre otras frituras, a 20 pesos cada una, cuando recorre las calles de su colonia.

Contreras Ramírez adquirió su triciclo y comenzó la venta hace más de 13 años. Al pensionarse en 2010, buscó ingresos extras para cubrir los gastos de su hogar.

Hermosillo

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Tengo más de 13 años vendiendo. Al principio ofrecía pan de dulce, donas, conchas y otros panes, pero a veces no se vendía nada y se echaban a perder. Con los duros tengo más tiempo para venderlos”, dijo.

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SUFRE PROBLEMAS FÍSICOS

El vecino de la colonia Y Griega trabajó por muchos años como guardia de seguridad y velador hasta que se pensionó hace 15 años, pero buscó una forma de continuar generando ingresos para apoyar a su familia.

José María enfrenta problemas físicos que le obligan a usar muletas para desplazarse, pero eso no le impide salir cada día a vender sus frituras.

Me voy un poco antes del mediodía y le sigo hasta las seis de la tarde. Salgo solo en el triciclo. Tengo vértebras dañadas por hernias, y a veces me agarran los dolores, pero me llevo pastillas cuando salgo a vender y eso me ayuda”, expresó.

TODO POR LA FAMILIA

La inspiración de “Chema” para salir a vender día a día proviene de su familia. Vive con su esposa, Olga Villaescusa; su hija Guadalupe Contreras, de 40 años, quien padece síndrome de Down; su hijo Jesús Adán; y dos nietos adolescentes.

Con el apoyo de su familia, José María prepara las bolsitas de duritos y frituras que después sale a ofrecer. Recorre las calles cercanas a la colonia Y Griega, el bulevar Agustín de Vildósola y Perisur, en el exterior del hotel San Sebastián.