Ramón se jubila de maestro y ahora es pintor
Ramón Federico Salazar ama plasmar en sus obras los paisajes sonorenses.

HERMOSILLO, Sonora.- Desde hace más de cuatro décadas, Ramón Federico Salazar, de 82 años, dedica su tiempo libre a la pintura, una afición que comenzó como un pasatiempo y con el paso de los años se convirtió en una de sus mayores pasiones.
Originario de Trincheras, Sonora, Ramón Federico fue maestro de lenguas y literatura durante muchos años en la escuela Secundaria Juan Escutia, en la colonia Villa de Seris y en el Colegio Lux en Hermosillo, hasta su retiro a finales de 2004.
Aunque su profesión fue la enseñanza, su admiración por el arte lo llevó a especializarse en la pintura al óleo, retratando paisajes, animales, frutas y rostros. Con el tiempo, ha perfeccionado su técnica y sigue mejorando con cada obra que realiza.

Ramón Federico Salazar aún recuerda la primera vez que tomó un pincel y comenzó su trayectoria como pintor, una pasión que ha mantenido viva durante 40 años.
Desde sus inicios, ha expresado su amor por el paisaje sonorense, así como por la flora y fauna del desierto, elementos que han sido una constante en su obra.
“Me gusta mucho el color, el paisaje sonorense me llama la atención, la forma de los sahuaros, los árboles, y también pintar frutas y cosas de la actualidad como animales, rostros y otros diseños”, comentó.
Conforme han pasado los años, Ramón ha perfeccionado su técnica, creando más de mil cuadros y varias obras que han llegado lugares como un restaurante en Nogales, un preescolar en Villa Bonita en Hermosillo y Bahía de Kino.
Llevo años mejorando, aprendiendo y tratando de aplicar nuevas técnicas en mis cuadros, renovando mi estilo y habilidades”.

BAJO LOS ÁRBOLES
Cada obra requiere horas de dedicación: Hasta tres horas para construir su propio bastidor en su taller de carpintería y hasta cuatro horas para dar vida a cada pintura con sus propias manos.
En ocasiones, Federico Salazar trabaja en su pequeño estudio en casa, pero la mayoría de las veces prefiere la tranquilidad bajo la sombra de un árbol.
“Tengo un pequeño estudio en mi casa, pero también me gusta pintar bajo las sombras de los árboles, como lo hacía en Hermosillo. Creo que es original ver a un maestro retirado pintando bajo un árbol, y he conservado esa forma de pintar”, señaló.
Ramón Federico lleva más de dos años viviendo en Bahía de Kino, donde ha encontrado inspiración en los paisajes y la flora del desierto para seguir plasmando su arte.
El maestro retirado suele ubicarse bajo los árboles junto a una cancha de futbol en las calles Acapulco y Ensenada en Bahía de Kino, donde exponen su arte y lo pone a la venta.
Señaló que puede realizar cualquier cuadro a solicitud del cliente.
También ha creado obras accesibles con precios que van desde los 500 hasta los mil 200 pesos, además de piezas más grandes con un valor de hasta 8 mil pesos.
Quienes deseen adquirir alguna de sus pinturas lo pueden encontrar por las mañanas en la calle Acapulco y Ensenada, en Bahía de Kino o comunicarse a través de su página de Facebook, Ramón Federico.

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