Pareja hermosillense participa en despedida a Francisco en Roma

CIUDAD DEL VATICANO.- Filas de hasta cinco horas experimentó una pareja de hermosillenses en la visita de despedida al Papa Francisco que, desde ayer, inició en Roma y que dio la oportunidad a miles de católicos de estar presentes frente al cuerpo del Santo Padre.

Julieta Escobosa y Luis Palacios contrajeron nupcias en Hermosillo el pasado 5 de abril y tres días después volaron a Europa para vivir a plenitud su Luna de Miel en varias ciudades de España, Italia y Francia, pero no contaban con que vivirían uno de los momentos más históricos para el catolicismo.

Luis destacó que en su viaje de tres semanas por Europa, planeaban visitar el Vaticano y tenían la esperanza de poder ver al papa Francisco con vida, a pesar de que sabían que estaba delicado de salud y decidieron visitar Roma después de Semana Santa, para evitar el tumulto de los turistas, por la fecha.

Nosotros veníamos emocionados, y aún lo estamos, pero veníamos con una ilusión de ver al Papa y, sobre todo, que tiene una sección para recién casados donde reciben la bendición y demás, y ya sabíamos que estaba en peligro esta visita, que a lo mejor no había el acceso, pero pensábamos que a lo mejor ‘sólo por hoy’”, relató.

El hermosillense destacó que el lunes 21 de abril se encontraba desayunando con su esposa Julieta en Siena, listos para viajar a Roma, cuando se enteraron por las noticias de que el papa Francisco había fallecido, lo que los dejó tristes y consternados, pues son grandes fieles y creyentes.

“Nosotros estábamos en Siena, en el desayuno y ya íbamos a tomar el tren de Florencia a Roma y cuando bajamos a desayunar, en la tele decía: ‘Morto el Papa. 88 años’, y le preguntamos a la camarera qué significaba y nos dijo: ‘Se murió el papa’”, exclamó.

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EL AMBIENTE

Luego de que Julieta y Luis llegaron a Roma el lunes por la tarde, decidieron visitar la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, para informarse sobre las actividades que habría por lo acontecido, pero se encontraron con un ambiente hostil, vacío y apagado.