Familia despide a la bebé Juliana y exige justicia tras presunta negligencia

La bebé Juliana Adaly fue despedida este sábado por sus familiares, luego de que muriera en el Hospital de la Mujer de Sonora (Himes) y sus órganos le fueran retirados para los análisis de autopsia, acto que no le pareció a la familia.

Irma Isabel Vargas Castillo, la abuela de la niña, recordó que el jueves acudió al Himes para que le entregarán el cuerpo de su nieta, pero se negaron porque los órganos estaban en análisis.

Después de manifestarse en el crucero de Rosales y Encinas, le liberaron el cuerpecito el viernes a las 09:00 horas.

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Me lo entregó la FGR porque el caso lo trae la FGR, el cuerpecito no lo liberaban porque en el Himes tenía los organitos. Yo no iba a enterrar un cuerpecito incompleto, tenía que ir completa ella”, dijo.

El Himes pasó al servicio médico Bienestar, dependencia federal, por lo que la FGR atrajo el caso y tiene la obligación de investigar.

Yo no me voy a detener con esto, yo voy a seguir la lucha, yo voy a seguir en marcha, yo voy a seguir haciendo plantones, yo voy a seguir manifestándome hasta que me den un dictamen, una sentencia”, dijo.

Isabel Vargas dio a conocer el caso de su nieta Juliana, la bebé que murió el pasado 15 de abril en el Himes, luego de una supuesta negligencia médica.

Explicó que su hija había acudido en cuatro ocasiones al hospital para pedir que le practicaran una cesárea, debido a los antecedentes de salud que tenía en el embarazo, pero los médicos de la institución la ignoraron.

El 15 de abril, con casi 40 semanas de gestación, sufrimiento fetal y pérdida de líquido amniótico, la menor dejó de moverse y fue declarada sin vida por personal del Himes, señaló, luego, le retiraron los órganos a la bebé para realizarle la autopsia.

Me acaba de mandar mensaje una muchacha que ella le pasó exactamente lo mismo, se aprovecharon de la vulnerabilidad del muchacho, firmaron para autopsia y no se hizo nada. Otra persona me dice lo mismo, cuando a mí el director me dice que son casos aislados”, destacó.

El amor que sintió por su nieta Juliana, lo va a transformar en la fuerza que necesita para buscar justicia, aseguró y afirmó que, aunque despidieron su cuerpecito en el Panteón de Las Manitas, su esencia se queda con ellos.

Haber sepultado a su nieta con los órganos con que nació, la hace sentir tranquila, mencionó, sin embargo, lastimosamente se contrapone con el sentir que tiene de que nació en un lugar donde no la ayudaron y donde no hicieron lo que tenían que hacer.