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Impactan “rentas por las nubes” la economía de nogalenses

Aseguran que se “catapultaron” ante la falta de vivienda de interés social, desde hace muchos años

NOGALES, Sonora.- El costo de las rentas en Nogales está “por las nubes”, a nivel general, tanto de vivienda como comercial, y esto no sólo impacta directamente la economía de quienes las pagan, sino que colateralmente afectan, en otros aspectos, la calidad de vida familiar y social de los nogalenses.

Así coincidieron, a grandes rasgos, representantes de distintas instituciones de investigación, sectores productivos y sociedad en general, entre otros, de esta frontera, incluyendo la totalidad de personas entrevistadas, que aseguraron “trabajar solamente para pagar la renta, los servicios y mal comer”.

Inclusive, un importante número de arrendatarios, mayormente los que alquilan en el Centro y/o Norte de la ciudad, tienen que pagar su inquilinato en dólares porque sus arrendadores así lo estipulan en sus contratos y siempre salen afectados, máxime con las devaluaciones, refirieron.

Y gran parte de todo esto, que se está convirtiendo en una problemática social en ciernes -ante el crecimiento poblacional- convergieron, se deriva porque desde hace muchos años no ha habido construcción de vivienda de interés social (Infonavit), lo cual y, ante esa necesidad, propicia que las rentas se “catapulten”.

MÁS DE 83 MIL VIVIEDAS

Según el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP) de Nogales, en base a estadísticas del Inegi (hasta el 2020), en esta ciudad existe un padrón total de 83 mil 467 viviendas.

De todas, 72 mil 434, están habitadas y el resto están deshabitadas, abandonadas, entre otros, de las cuales, casi en su totalidad están edificadas con piso firme diverso (no de tierra).

Con esa estadística, tomando en cuenta que la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), delegación Sonora, extracta que en esta ciudad hay más de 26 mil solicitudes de crédito de vivienda en Infonavit, se podría deducir que aproximadamente el 30% (+/-) que habita en esas casas, paga renta, en esta frontera.

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CRISIS Y DESIGUALDAD

Así de grave está esta problemática social ya que todas esas personas solicitantes de vivienda, en lugar de contar con su propio patrimonio, al que tienen derecho, continúan pagando renta en una propiedad que no es de ellos y como quien dice están desperdiciando ese ingreso, refirió Rigoberto García Ochoa.

El investigador del Colegio de la Frontera (Colef) unidad Nogales, adscrito al departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente consideró que esta situación, de continuar así podría convertirse en una crisis seria.

De continuar esa tendencia, al alza de las rentas, por falta de vivienda, podría desencadenarse una crisis muy grave y propiciar invasiones con su consabida escasez de servicios básicos, entre otros, por parte de la gente más vulnerable que ocupa un lugar para vivir con sus familias”.

Sopesó que la misma carencia de vivienda, podría desencadenar otros problemas mayores cuando las rentas superen el nivel de estrés o capacidad de solvencia de los arrendatarios, al no poder absorber tanta carga y presión de los arrendadores, al haber mayor demanda, además de otras vicisitudes relacionadas, incluyendo invasiones, que ya las hay.

En cuanto a la carga económica que representa el pago de alquiler para los hogares, García Ochoa señaló la existencia de una marcada desigualdad ya que hogares de menores recursos destinan en promedio alrededor del 30% de sus ingresos, a la renta.

MODELOS PARA “COPIAR”

Es notorio, puntualizó, que una parte significativa de este grupo utiliza más del 50% de sus ingresos en este rubro, alcanzando, incluso hasta el 70% en no pocos casos documentados.

En contraste, los hogares de mayores ingresos gastan en promedio cerca del 10% de sus ingresos en alquiler, pero no más del 30%, complementó el investigador, también versado en crisis económicas derivadas de la desigualdad en núcleos vulnerables.

Resaltó, asimismo, que al menos el 50% de las personas con salarios humildes, que rentan una vivienda, carecen de acceso a crédito hipotecario, lo cual destaca la urgencia de satisfacer las necesidades de esta parte de la población.

Por esta razón, ejemplificó, un modelo exitoso en políticas de acceso a la vivienda para los pobres, digno de tomarse en cuenta y que se puede aplicar o desarrollar en esta frontera o en otros lugares de México es el Programa de Ahorro Habitacional de Uruguay.

Este consiste, explicó el investigador del Colef, en facilitar el acceso a viviendas dignas mediante cooperativas de construcción y que, al igual que el Plan Nacional de Vivienda de Singapur, que ofrece casas asequibles a través de un sistema de ahorro obligatorio.

Otro ejemplo es Mi Casa, Mi Vida en Brasil, que ha construido millones de viviendas para familias de bajos ingresos, mejorando significativamente la calidad de vida en áreas urbanas.

Estos programas demuestran cómo la combinación de políticas inclusivas y financiamiento sostenible puede transformar el acceso a la vivienda para las poblaciones más vulnerables, apuntó.

CAÍDA DE VIVIENDA ECONÓMICA

Carlos Miguel Molina, vicepresidente de Canadevi de Sonora, amplió -en coincidencia con lo anterior descrito-, que la producción de vivienda ha caído drásticamente, desde hace aproximadamente 5-6 años y esto juega un rol, importante en la “inflación” de las rentas.

Ahorita en Nogales estamos haciendo solamente el 25% de vivienda, comparado con lo que hacíamos en el 2018 y esto se debe a que se dejó de producir la vivienda económica de Infonavit.

“No hemos estado atendiendo la demanda potencial de Infonavit porque no es redituable ante los altísimos costos de los materiales de construcción que se han elevado alrededor de un 80% de ese año a la fecha, aproximadamente y no es redituable ni mucho menos atractivo para os desarrolladores”, explicó.

Por eso, observó, es que casi no hay casas y las que salen al mercado de inmediato se venden en “automático” o son rentadas a precio elevado, porque es más grande la demanda que la oferta.

“Los últimos 25 años que me ha tocado ver la demanda potencial del Infonavit, oscilaba entre 16 y 18 mil solicitantes. Hacíamos unas mil, mil 500 o mil 700 casas, aquí en Nogales, al año y se mantenía la estadística, No pasaba de ahí.

Pero a partir del 2018 que dejamos de a hacer la vivienda económica, se ha incrementado hasta en 26 mil personas solicitantes de ese tipo de vivienda y échale cuenta nomás lo que significa para los arrendadores. Ellos aprovechan y eso no se puede regular”, puntualizó, palabras más, palabras menos.

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PROMEDIO DE RENTA

  • Actualmente, en Nogales, la renta de una casa de nivel “promedio” en unidades habitacionales comunales, andan en un rango de 5 hasta 7 mil pesos, las cuales (un inquilino asalariado trabajando en una maquila con horas extras) eroga alrededor del 50% de su paga mensual, sin contar los servicios básicos, por lo cual tienen que trabajar al menos dos miembros de su familia para que les alcance.

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