Iniciativa Kino impulsa la resiliencia y productividad de migrantes con talleres comunitarios en Nogales

NOGALES, Sonora.- Los migrantes en movilidad que arriban a Iniciativa Kino para la Frontera (IKF) realizan diversas actividades manuales comunitarias (artes y oficios) para que adquieran nuevas herramientas de trabajo y, además, se sientan útiles en el entorno en el que interactúan, expresó Yohana Oviedo Zamora.

Estas actividades, dijo la coordinadora de Medios y Narrativa de IKF, más que nada les ayuda a incrementar la capacidad de afrontar acontecimientos adversos de forma constructiva, adaptarse y fortalecerse, tras pasar por eventos traumáticos, fomentando la resiliencia.

“Ellos traen pesadas cargas a cuestas, las cuales han soportado por mucho tiempo, llegando al máximo de estrés y humillaciones, entre otras cosas, para poder desarraigarse de sus lugares de origen”, lamentó.

Por eso, con estos talleres en los que participan, aprenden a hacer diferentes manualidades, artesanías, elaboración de pan, galletas, dulces, tortillas típicas y cocina propia de sus regiones, además de dibujo, pintura, costura, bordados e incluso más actividades relacionadas con la costura”, dijo.

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TALENTOS OCULTOS

“Existe un mundo de talento en muchas de esas personas que no lo sabían y aquí están descubriendo el enorme potencial que tienen. Unos para la pintura (cuadros), otros como dibujantes, y ni se diga para elaborar artesanías, tamales, tortillas de colores, galletitas, etcétera”, mencionó.

Hay productos que ya comercializan, y esto les genera algunos recursos que los ayuda a adquirir cosas personales y los hace sentir productivos. Además, cuando lleguen a sus destinos, podrán tener otra forma de ganarse la vida, uno nunca sabe, profundizó Oviedo Zamora.

La coordinadora señaló que, para hacer menos tediosa la estancia de estas personas mientras esperan su cita de asilo a través de la aplicación CBP One, primero las asisten con talleres de cuidado psicológico.

Después, se van incorporando paulatinamente en actividades recreativas y creativas como las ya mencionadas, formando una comunidad muy unida en el albergue. Comparten con voluntarios y personal de IKF sus historias sobre las traumáticas experiencias vividas.