La vida de Manuel cambió y termina sin hogar, vive en las calles de Nogales
Le amputaron la pierna izquierda y vende dulces para poder vivir.
NOGALES.- Tras la amputación de su pierna izquierda, Manuel Reyes Villegas, originario de la Ciudad de México, perdió a su familia y desde hace 5 meses vive en las calles de Nogales vendiendo dulces para poder vivir.
Un desafortunado accidente le cambió la vida para siempre a Manuel Reyes, quien al pisar un clavo combinado con sus problemas de diabetes, terminó perdiendo su pierna y al mismo tiempo a la mujer que es la madre de sus hijos, quien fue su esposa por más de 30 años.
Me amputaron la pierna izquierda hace cinco meses, desde entonces la mamá de mis hijos y yo tuvimos diferencias y ahora no tengo casa, pero me esfuerzo por salir adelante y reponerme de esta situación.
“Hace tres meses me puse a vender dulces y me he encontrado con personas de muy buen corazón, quienes me han ayudado bastante; les estoy muy agradecido a todos”, dijo entre lágrimas.
Con 24 años en Nogales, el hombre de 59 años de edad explicó cómo fue que terminó radicando en esta ciudad fronteriza y por qué no regresa a su lugar de origen.
“Mi destino original era irme a trabajar a Tijuana, pero cuando llegué aquí no había camiones para esa ciudad, y fue que me quedé aquí y pues ya llevo viviendo en Nogales casi la mitad de mi vida.
Cuando recién me enfermé les hablé a mis hermanos para decirles cómo me encontraba, pero no me creyeron, ellos no saben que me cortaron una pierna y tampoco saben que no tengo casa”, comentó Reyes Villegas.
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RECIBE AYUDA
Por las recientes condiciones climatológicas, el hombre recibió ayuda de una persona de buen corazón que lo acogió temporalmente en su casa, ubicada en la calle Maracaibo de la colonia Jardines de la Montaña.
A pesar de las dificultades me he encontrado con personas de muy buen corazón, estoy ahorita durmiendo en la cocina de la casa, pero quiero construir un cuartito en la esquina del patio.
Ahorita ya nada más me hace falta una ventana y una puerta y con el favor de Dios tendré un lugar para vivir por el tiempo que esta noble persona me preste”, dijo.
La jornada laboral de Manuel inicia a las 08:00 horas cuando un taxista lo recoge para dejarlo en el Centro de la ciudad y así puede comenzar a vender sus mazapanes, paletas y dulces.
El entusiasta vendedor termina su jornada laboral y se regresa en taxi a su lugar de residencia temporal cuando el Sol se oculta, ya que mencionó que los dolores corporales se intensifican por las bajas temperaturas y le complica avanzar entre las calles en su silla de ruedas.
PARA AYUDAR
- Si desea apoyar de alguna manera al señor Manuel Reyes puede acudir a Maracaibo número 90, en la colonia Jardines de la Montaña.
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