Tras rehabilitarse de sus adicciones Humberto ha decidido ayudar a otros

NOGALES, Sonora.- Luego de años de vivir atado a las adicciones, al punto de vivir en las calles, Humberto Schiffer Rivera fue rehabilitado y desde hace años dedica su vida a socorrer a otras personas que consumen narcóticos y viven en condición de calle.

El originario de Oaxaca, de 45 años, dijo que comenzó a consumir drogas desde los 13 años de edad, cuando dejó su ciudad natal para emigrar a Reynosa, donde vivió con una tía.

Yo no puedo culpar a nadie de las malas decisiones que tomé, pero puedo decir que me marcó un día, a mis 8 años, cuando mi madre me dijo que ojalá no hubiera nacido, esas palabras me devastaron.

“A raíz de eso y otras vivencias de mi niñez me fui restando valor, hasta que me fui a vivir a Reynosa con una tía, fue allí donde comencé a consumir de toda clase de narcóticos y bebidas alcohólicas”, comentó Schiffer Rivera.

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Después de años de vivir en las calles a causa del consumo de drogas y alcohol, Humberto ingresó por su propio pie a un centro de rehabilitación, donde dice que una experiencia le cambió la vida para siempre.

Yo entré al centro para poder comer algo, la verdad no pensaba quedarme por mucho tiempo, por la noche, comencé a hablar con Dios y le decía, dame una señal de que te importo, dime si tu también te arrepientes de darme la vida.

“Cuando desperté, al mirar por la venta vi que todo estaba cubierto de nieve, yo entendí que esa era mi señal, no se como explicarlo pero lloré por algunas horas y desde entonces no volví a consumir ninguna sustancia prohibida”, dijo Humberto entre lágrimas.

Desde ese momento comenzó a estudiar teología durante tres años en un instituto llamado La Nueva Esperanza, de donde se graduó en 2008; al salir de la institución supo que quería dedicar su vida a servir a otros.

Después de ser rehabilitado en Alcance Victoria, Schiffer comenzó a servir en el mismo centro de rehabilitación por algunos años; hasta cambiar su residencia a Nogales, donde dedica su vida a socorrer a personas que viven en condición de calle.

Toma la decisión y mantente ahí, nadie dijo que sería fácil; la vida está llena de oportunidades y no puedes decir que no se puede, porque un encuentro con Dios lo cambia todo”.

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