Un lugar que es necesario preservar
Según las anécdotas que han pasado de boca en boca y de generación a generación, los antiguos mayos en el Sur de Sonora colocaban ramas a las orillas del mar para que cuando subiera la marea, los peces quedaran atrapados entre las espinas, esta era su manera de pescar.
La palabra Navopatia probablemente tenga su significado de esta práctica: “Tapar con nopales cuando sube la marea”.
Esta región es dominada por las abundantes pitahayas y demás cactáceas que cubren 60 kilómetros al Norte desde la frontera con Sinaloa por 20 kilómetros desde la bahía hasta la carretera en Huatabampo.
“Este es el lugar más denso de pitahayas en el mundo, se desarrolla del Noroeste de México y un poquito al Suroeste de Estados Unidos, pero aquí es como el corazón”, dijo Adam Hannuksela, director de investigaciones, en la Estación de Campo Navopatia.
Este imponente sitio con más de 800 especies de plantas da vida a más de 260 especies de aves, residentes y migratorias, terrestres y acuáticas como carpinteros, matraca del desierto y gorriones; además de mamíferos como ocelotes, coyotes, mapaches; una gran variedad de insectos, 25 especies de serpientes y otros habitantes naturales.
“La fruta de las pitahayas, que hay en el verano por las lluvias, son un recurso muy importante, pero también para toda clase de animales e insectos, murciélagos que pasan por aquí en invierno”, agregó Hannuksela.
Estudian las aves
La naturaleza de este sitio permite a investigadores realizar diferentes estudios sobre el comportamiento de las aves migratorias y el cambio de vegetación.
Hannuksela, biólogo de Washington, en colaboración con estudiantes e investigadores de diferentes partes de Estados Unidos y México, llevan a cabo programas de monitoreo de flora y fauna en la región.
“No hay muchos lugares para estudiar la naturaleza, hay menos gente que enseña naturaleza, por eso quisimos enseñar de historia natural y cómo trabajar en el campo; vienen estudiantes de todas partes y contratamos a dos biólogos mexicanos cada año para ayudar con el proyecto”, explicó Hannuksela.
De manera conjunta con EU y Canadá, se llevan a cabo proyectos de anilleo de aves, el uso de redes especiales que no lastiman, asegura, y sirve para atraparlas y colocarles un anillo con un único registro, tomar algunas medidas como peso, plumaje, sexo y por supuesto la especie.
“En esta región de Navopatia con aves acuáticas y del monte tenemos un registro de 278 especies residentes y migrantes son como 40 ó 50 especies que usan el pitahayal”, agregó.
De igual manera se lleva a cabo otro proyecto llamado MOSI (Monitoreo de Sobrevivencia Invernal) en conjunto con Sur, Centroamérica y el Caribe.
“Durante tres días por cada mes anillamos aves para ver la sobrevivencia de las ellas, porque las aves migratorias del neotropical están bajando en su número de poblaciones y en los últimos 40 ó 50 años han bajado en algunas especies entre el 50 y 70% de población.
“Hay mucho desarrollo en todo Latinoamérica y es una de las razones por las que bajan las poblaciones”, explicó el biólogo.
El anillamiento sirve para conocer a dónde emigran las aves, su supervivencia, cuántas regresan, condiciones de criaderos, del hábitat y las diferentes especies; al año se registran más de un millones de ejemplares en Norteamérica.
Así mismo se hacen censos en el desmonte, áreas donde se cuentan y buscan aves dentro de ciertos perímetros afectados por prácticas humanas.
“Hemos visto que en los últimos nueve años ha crecido mucho (se está en recuperación) y están aumentando las especies de plantas y de aves cada año, ya está empezando a recuperarse cada vez más”, expresó.
Otra de las actividades es el monitoreo de vegetación, donde se estudia la riqueza de las especies y la abundancia de pitahayas en la región.
Amenazas del pitahayal
El cambio industrial en la agricultura es una de las principales amenazas del pitahayal, por lo que se agotan más rápido los recursos naturales y se cambia el tipo de suelo para la siembra, igualmente afectan las granjas de camarón.
Indicó que la siembra de ‘buffle’ (pasteo para ganado) ha acabado con casi el 40% del territorio original del pitahayal, pero además la cacería es una actividad que daña gravemente a las especies residentes y migratorias, lamentablemente en Navopatia es común detectar cazadores sin permisos o que no respetan las vedas.
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