A las ballenas y delfines les gusta visitar San Carlos
Seis tipos de ballenas visitan las costas de Guaymas y San Carlos los primeros meses de cada año aunque en ocasiones hay avistamientos en noviembre y diciembre y se pueden observar en la playa e islas.
El titular del Laboratorio de Ecofisiología del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), Juan Pablo Gallo Reynoso, informó que desde la Bahía de Guaymas hasta el Centro del Golfo de California se ha detectado la presencia de catorce diferentes mamíferos marinos.
Indicó que entre esos mamíferos destaca las ballenas, orcas, cachalotes, un grupo de 500 a mil toninas oceánicas y costeras, delfines, lobos marinos y otros, que han sido vistos por turistas en la bahía y en los alrededores de la Isla San Pedro Nolasco.
Durante los fenómenos de “La Niña”, señaló, hay más avistamientos de ballenas jorobadas, grises, minices o enanas y orcas porque son de aguas más frías y durante el invierno se puede observar las azules, de aleta y la sardinera.
“Las ballenas se ven desde noviembre hasta marzo después quedan las sardineras y una que otra aleta cuando el agua se calienta se van a refugiarse en las islas como Ángel de la Guarda, Tiburón y San Esteban no es que se extingan”, afirmó.
LLEGAN SI HAY COMIDA
Los avistamientos de ballenas en la Bahía de Guaymas o San Carlos se generan cuando la comida se concentra en esa zona, generalmente ocurre de enero a marzo, mientras los cachalotes que miden entre 11 y 18 metros de largo y pesan hasta 50 toneladas se encuentran a más de 300 metros de profundidad.
“Estos cetáceos se alimentan de peces más grandes y calamar gigante, comen casi una tonelada diaria y la bucean hasta 700 metros, a los pescadores no les gusta su presencia porque los ven como un competidor, pero si hay presencia es un indicador de que hay especies”, abundó.
BAJA CORRIDA
Gallo Reynoso argumentó que la corrida de ballenas por el litoral local ha disminuido y en algunos casos dejó de reproducirse en zonas como Yavaros y la Isla Huivulai por la intensa actividad humana y la construcción de un puente.
“La ballena gris por ejemplo se reproducía en Sonora, tenemos registros, cráneos de ellas, ahora ya no se reproducen aquí por la actividad humana y ese puente que construyeron en la Isla Huivulai, eso azolvó toda la zona y modificó hasta las pesquerías, ahora está en recuperación pero tardará de 20 a 30 años”, aseguró.
Estas ballenas, apuntó, son más díficiles de observar porque son de aguas frías y requieren de mucho alimento para sobrevivir.
“No sabemos si volverán a la Isla Huivulai de vez en cuando pasan por la región directo de Baja California Sur”, externó.
SIN REPRODUCCIÓN
En la zona, admitió, no se promocionan los avistamientos de ballenas porque no es un lugar de reproducción sino de corrida por el alimento que cada uno demanda en su dieta diaria.
El investigador del CIAD manifestó que en Puerto Vallarta, Cabo San Lucas , y en Mazatlán, Sinaloa, se ofrecen servicios de observación de ballenas regulados por un estricta norma que protege a los cetáceos.
“En Guaymas ha habido reproducciones de ballenas, de vez en cuando nace una ‘ballenita’ y siguen su camino, pero no todos los años pasa una hembra con labor de parto”, dijo.
Los prestadores de servicios, indicó, ofertan el avistamiento de lobos marinos, lo cual es una garantía en la zona por los cientos de estos mamíferos radicados en las islas.
DELFINES
Desde San Carlos hasta Las Guásimas, reveló, está identificada la presencia de un grupo de delfines que son residentes y son parte de una familia que habita hasta el Estado de Jalisco.
Explicó que estas especies responden a surgencias, es decir, al agua verdosa que sale del fondo llena de nutrientes con las cuales se alimentan al igual que las ballenas sardineras.
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