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Un pueblo 'fantasma' con tres habitantes

Un pueblo 'fantasma' con tres habitantes

Entre montañas, casas y edificios abandonados sobrevive aislada la comunidad de Pilares de Nacozari de García, compuesta en la actualidad por tres habitantes, uno de ellos el comisario.





Ubicada a media hora de Nacozari de García, la población de Pilares se mantiene de pie a pesar de lo lejano que está de la prosperidad de las actividades mineras que la caracterizó en el pasado.





La única actividad económica que se desarrolla en esta comunidad es la ganadería y sólo la desarrollan el comisario Félix Girón Ríos y su esposa Evangelina García Monroy.







El otro habitante, Ricardo Molina Montaño, es un ex trabajador pensionado que vive solo en la que alguna vez fue la casa de su hermana y que se la prestaron sus sobrinos.



El surgimiento



El primer propietario de los terrenos de Pilares de Nacozari de García, legalmente reconocido, fue un estadounidense de nombre Williams Charles Streeter, quien llegó a Nacozari de García en 1886.





De acuerdo con el libro Nacozari de García, tres siglos de historia y minería, escrito por el politólogo Ernesto Ibarra, en la zona habitaban algunos pobladores errantes que se dedicaban a actividades ajenas a la minería.



Esto, además de que ya no había indígenas a quienes combatir y que el Gobierno mexicano permitía y facilitaba la inversión extranjera sin regulación excesiva, hicieron que no fuera difícil negociar la adquisición de las minas.



Incluso el mismo año en el que llegó el estadounidense, éste negoció la adquisición de Pilares mediante el intercambio de víveres con leñadores que se decían los propietarios.





Pese a que fue un acuerdo rápido, según el autor, fue hasta abril de 1892 cuando la Secretaría de Fomento en el ramo de la Minería, otorgó a Streeter una concesión para explotar un total de 10 pertenencias en la zona.





Al principio la actividad minera redituó algunas ganancias, pero la permanencia del dueño no se prolongó mucho tiempo debido a la lejanía y el difícil acceso a la mina.



En el libro Nacozari de García, Tres Siglos de Historia y Minería, el autor Ernesto Ibarra mencionó que los derechos de explotación pasaron de dueño en dueño.



Fue hasta que invirtió en su explotación la empresa estadounidense Phelps & Dodge, por medio de su filial mexicana Moctezuma Copper Company, S.A cuando hubo estabilidad.





En los primeros años de la década de 1900, las principales minas en Pilares tenían tres perforaciones a las que bautizaron como: Guadalupe, con una profundidad inicial de 335 metros; Pilares, con 300 metros y Esperanza con 213 metros.Para 1910 el desarrollo económico creció tanto como la extracción del cobre, y el periódico estadounidense Los Angeles Herald, publicó que las minas de Pilares albergaban ese año los segundo depósitos de cobre más grandes en todo el mundo.





De acuerdo con el autor la demanda urgente de mano de obra permitió la pronta llegada de trabajadores, lo que orilló a la empresa a diseñar un poblado donde pudiera ubicar a su fuerza laboral.También la empresa edificó lugares de esparcimiento, incluso a diferencia de otros pueblos de la época, en éste no se dependía de los cines ambulantes, pues en los años veinte se construyó un cine.





Los pilareños tuvieron además una amplia plaza de toros, conocida como "Los Torreones", donde cada semana se realizaban corridas con matadores que llegaban de distintas partes de México.La presencia de una empresa extranjera con estabilidad económica y capital suficiente para invertir en sus empleados fue lo que marcó una clara y evidente diferencia entre Pilares y los demás pueblos de la región a principios del siglo XX, consideró el autor.





Para el año de 1917 se aprobó erigir como municipio libre a la Comisaría de Pilares de Nacozari, ya que contaban con más de 4 mil habitantes y reunía todas las características básicas necesarias para esto.



Aunque para 1918 las operaciones de la mina eran estables, la caída drástica en los mercados del cobre a nivel internacional, tras la Primera Guerra Mundial, la empresa se vio orillada a detener sus operaciones en Pilares y Nacozari de García en 1921.





Muchos decidieron salir en busca de un empleo, pero quienes se quedaron tuvieron esperanza en 1923 cuando la empresa anunció el resurgimiento de labores de la mina.





La compañía invirtió en grande para rehabilitar al pueblo, se buscó trabajadores en 29 pueblos de Sonora y aunque todo mejoró, a finales de los años noventa el pueblo también se afectó por la Gran Depresión de Estados Unidos.En 1929 nuevamente la Moctezuma Copper Company suspendió sus operaciones y en 1931 de declaró en bancarrota, dejando a más de 2 mil trabajadores desempleados.



El autor Ernesto Ibarra narró en su libro que el mismo mes en que la compañía se declaró en bancarrota, más de mil 600 trabajadores salieron de Pilares.



El mismo año, dada la escasa población de Pilares, el pueblo perdió antes de cerrar el año la categoría de municipio libre que el Congreso del Estado le había otorgado hace trece años.Posteriormente, a finales de los años treinta, las actividades mineras se retomaron, pero no fue por mucho tiempo, de acuerdo con el libro Nacozari de García, tres siglos de historia y minería, publicado en 2016 por el Instituto Hispano de Asuntos Sociales con sede en Arizona.



UNA VIDA FELIZ



En la actualidad sólo hay tres habitantes en Pilares de Nacozari de García, entre los que se encuentra Ricardo Molina Montaño, de 76 años, un trabajador jubilado que vive a pocas casas del comisario, en el corazón de Pilares.





Cada mes Ricardo viaja a Nacozari de García para realizar las compras de víveres que utilizará en este tiempo, para lo cual el comisario llama a un taxi que lo lleva hasta la ciudad y lo regresa.



Vivir en Pilares no es nada difícil, consideró, ya que se cuenta con electricidad, agua e incluso el alumbrado público funciona a la perfección.





Aseguró que vive feliz y tranquilo porque es una vida que no tiene preocupaciones, ni prisas, incluso si vuelve la minería.





Tras 67 años de abandono de las actividades mineras, Pilares podría reactivarse debido a un proyecto de los ejidatarios con una empresa minera.



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