Hace 42 años fueron reconocidos
A pesar de tener varios siglos de vivir en Sonora, fue entre 1975 y 1976 cuando el Gobierno federal descubrió y les dio reconocimiento como etnia a los Guarijíos, señaló Jesús Armando Haro Encinas.
El investigador del Colegio de Sonora mencionó que el grupo étnico guarijío, asentado en la Sierra Madre Occidental, entre los municipios de Quiriego y Álamos, es el pueblo que más recientemente fue descubierto en México.
"Apenas en 1975 y gracias a que la Liga 23 de Septiembre (grupo guerrillero) andaba por allá es que Luis Echeverría (presidente de México, 1970-1976) en 1976 cuando viene a darles a los Concaac la Isla del Tiburón, pues un canadiense que acompañaba a los guarijíos, que luchaba con ellos, consiguió que fueran recibidos allá ante la prensa".
Haro Encinas dijo que fue así como el Gobierno federal pudo enterarse que los guarijíos existían y tiempo después los dotó de tierras.
"Es muy interesante hablar sobre los guarijíos porque yo tengo el concepto de lo que yo llamaría una etnia bisagra, es decir un pueblo que justamente su cultura está haciendo una relación entre dos culturas, de las cuales toma elementos tanto culturales como lingüísticos", expresó.
En ese sentido, citó, está lo que han tomado de Yaquis y Mayos que viven en los valles de Sonora y por otra parte de los Rarámuris y de los Guarijíos de Chihuahua.
Haro Encinas, quien ha investigado por años a los Guarijíos y que realizó su pasantía como médico en una de sus comunidades, en Burapaco, municipio de Álamos, entre 1980 y 1981, considera a la cultura guarijía como una mezcolanza interesante.
Señaló que antes de La Conquista eran uno de los pueblos más numerosos e importantes en la Sierra Madre Occidental después de los Rarámuris hasta que fueron extintos en su mayoría en el Siglo XVII.
"Después de esto viene una diáspora guarijía que hace que hasta ahora encontremos guarijíos en Sonora, después de una historia muy interesante que ocurre por varios siglos y que los vuelve a ubicar en los márgenes del río Mayo, de donde originalmente habían sido dispersados", mencionó.
El pueblo guarijío en sí, comentó, está separado entre los de Sonora y los de Chihuahua, en nuestro estado viven poco más de 2 mil y en la entidad vecina aproximadamente 3 mil.
Detalló que en Sonora están básicamente en los municipios de Álamos y Quiriego, aunque también migran a municipios más urbanos como Hermosillo y Obregón.
De los hablantes, dijo que en Sonora es donde está más viva la lengua guarijía, ya que un 80% de su población la dominan, lo que es una proporción bastante alta.
GOBIERNO COMUNITARIO
Haro Encinas indicó que su forma de gobierno es comunitaria, asamblearia y está basada en las cabezas de las familias, es algo que les da unidad puesto que la asamblea sigue siendo la máxima entidad en la toma de decisiones.
Del periodo de cada gobernador, comentó que no tienen un término establecido, ya que ha habido gobernadores que han sido vitalicios, mientras que otros han abandonado su cargo porque se les ha hecho muy pesado.
Otros han sido removidos, añadió, como fue el caso reciente del gobernante que cedió la firma para la presa Pilares en un primer momento por parte del ejido Burapaco, al que la comunidad quitó inmediatamente cuando hizo eso.
"El caso es que no tienen un término de gobierno establecido sino que es cuando la gestión del propio gobernador ha llegado a su fin por diversos motivos, pueden ser muchos", señaló.
RELIGIÓN SICRÉTICA
El investigador definió la religión practicada por los guarijíos como sincrética, como la mezcla de elementos católicos que tienen que ver con la evangelización, que aunque no fue muy exitosa en su pueblo llegó a prender, absorbiendo en buena medida el santoral cristiano y algo de sus fiestas.
"Ha habido también entrada de algunas sectas, me gusta llamarlas así, cristianas, que vienen de Estados Unidos y que no tienen más que el objetivo de dividirlos como me toca presenciarlo comúnmente y ésa es mi opinión muy particular.
En cuanto a mitos que los rodean, mencionó el que tienen de la creación de la tribu, pues creen que Dios los hace a ellos como los seres humanos que son nobles de corazón, en cambio el hombre blanco es catalogado como hijo del demonio.
SUS FIESTAS
Aunque no tienen una fecha para su realización, los guarijíos cuentan con la tuburada, que es una fiesta que cada hombre tiene obligación de hacer tres veces en su vida y la mujer cuatro.
"La tribu tiene la obligación de estarla haciendo continuamente cuando menos una vez al año en un formato de fiesta que se llama cavapizca y que tiene que ver con las labores agrícolas.
"También la tuburada tiene que ver con solicitar mandas cuando alguien está enfermo, dar gracias también para que algún trabajo vaya bien y también cuando una persona muere", expresó Haro Encinas.
Otra fiesta que han incorporado es la del Pascola, agregó, la cual lleva también tuburi y se hacen cuando se puede a lo largo del año.
LA FAMILIA
En la actualidad las familias guarijías están integradas por cinco o seis miembros, aunque ya hay parejas jóvenes que sólo tienen uno o dos hijos, pues han funcionado los programas de gobierno de planificación familiar, mencionó.
De la unión de las parejas, dijo que contrario a otros pueblos no cuentan con una ceremonia matrimonial, pues entre ellos se acostumbra a robarse la muchacha.
"Se dice que los casa el juez chicura, que es una mata que crece en los arroyos y ésta es una broma que hace la gente de decir que a todos los casa el juez chicura, ambrosia con fertifolia por cierto, es una especie muy medicinal que existe en el río Mayo", explicó.
SU ALIMENTACIÓN
La base de la comida de los guarijíos es la tortilla, dijo el doctor Haro Encinas, en forma secundaria está el frijol y de forma muy complementaria los productos industriales o la carne que a veces colectan, cada vez de manera más escasa de venado.
"La res solamente la prueban cuando hay fiestas o cuando alguien se las regala, pero realmente ellos no tienen acceso en su vida cotidiana a esto ni siquiera al pollo, es algo que sucede de manera excepcional en momentos especiales.
DE PREESCOLAR A BACHILLERATO
Aunque la mayoría de los niños y jóvenes guarijíos tienen acceso a la educación en sus comunidades hoy en día, sería importante contar con maestros bilingües, de preferencia miembros de su misma comunidad, señaló Vicente Vega Verdugo.
El maestro encargado de la preparatoria de Mesa Colorada dijo que la etnia cuenta con preescolar, primaria, secundaria y bachillerato, pero que el aprendizaje se ve mermado porque muchos van aprendiendo el español conforme avanzan de nivel.
"Ahorita hay al menos seis jóvenes que saldrán de preparatoria y ellos muestran interés por ser maestros, harán examen para ingresar a la Escuela Normal Rural El Quinto de Navojoa y esperemos que de buen resultado para ser admitidos", dijo.
A la comunidad de Mesa Colorada le urgen profesores que sean de ahí, añadió, que conozcan la cultura, que entiendan a los alumnos y los motiven a seguir estudiando.
"He recibido alumnos en la prepa sin saber leer y escribir correctamente y sin dominio de las tablas", mencionó.
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