Preservan su cultura a través de la artesanía
Un apoyo económico pero sobre todo la preservación de una cultura rica significa para hombres y mujeres de la etnia Guarijía el oficio de artesano.
Muebles, arpas, violines, petates, sombreros, manteles, servilletas, tortilleros, bolsas, muñecas y máscaras son algunos de los productos que realizan artesanos guarijíos, hombres y mujeres, en varias poblaciones de los municipios de Álamos y Quiriego.
Apoyados en la mayoría de los casos en materiales de la región las hábiles manos de los pobladores de un rincón de la Sierra Madre Occidental dan forma y belleza a las artesanías que posteriormente comercializan.
Gildardo Buitimea Romero, promotor del Centro Cultural Guarijío "José Zazueta Yoquivo", explicó que la elaboración de artesanías es una buena oportunidad ante las pocas oportunidades de trabajo en la región.
La señora María Victoria Valdez Buitimea es la encargada de un grupo de bordado y tejido integrado por 16 mujeres guarijías en la comunidad de Mesa Colorada, ubicada a más de 80 kilómetros del municipio de Álamos.
Aunque no cuentan con un taller, cada mujer trabaja en su casa en la elaboración de servilletas y manteles bordados, bolsas y sombreros tejidos, guaris (tortilleros) y petates, entre otras cosas.
"Hemos bordado hace tiempo, pero no había hecho flores que hay en nuestra comunidad, ahora estamos bordando lo que es flor del monte, tabachín, amapa, del brasil, del estropío silvestre, que es nuevo.
"Yo lo hice, dibujé las flores para bordar, les presto a mis compañeras para que borden también lo que yo hago", expresó María Victoria, un mujer a la que le sobra arte para plasmar el paisaje de su comunidad.
Para la elaboración de sus artesanías y posterior venta, comentó, recibieron el apoyo de personas que les llevaron tela de cuadrilla; así empezaron y poco a poco les está yendo bien.
Señaló que para realizar cada uno de sus productos se llevan de tres a cinco días, ya que lo hacen por las mañanas o por las tardes en su tiempo libre.
La ganancia es poca, dijo, pero lo que sea les ayuda a vivir.
María Victoria indicó que una servilleta bordada con flores del campo en la que invierten hasta cinco días es vendida en 100 pesos cada una, los guaris elaborados de sotol los dan en 50 pesos, los sombreros tejidos para el Sol en 60 y las bolsitas en 25.
Muebles de primera
En la colonia Makurawe, donde viven alrededor de 30 familias guarijías en San Bernardo, a 50 kilómetros y poco más de media hora de Álamos por carretera, se encuentras el taller de los Hermanos Zaila, donde se producen muebles de una gran calidad.
"Trabajamos como 10 personas, somos una sociedad productora perteneciente a la etnia guarijía y nos da sustento también como a 10 familias", mencionó Lorenzo Zaila Enríquez, uno de los artesanos y socio del taller.
Se hacen salas de madera rústica, de guásima, taburetes de guayabillo y mauto, comentó, y también ya se empiezan a trabajar artículos de cuero.
Todos los productos artesanales que realizan, informó, son comercializados en Fundición, cerca de la caseta y poco antes de la entrada a Etchohuaquila por la carretera Internacional.
Para aprender a hacer los muebles, dijo, recibieron capacitación, algunos ya eran elaborados por artesanos Mayos y en cuanto a la adquisición de parte del equipo hubo apoyo del Gobierno.
"El siguiente paso es expandir o ampliar los puntos de venta, llegar a más lugares y tener más clientes. Tengan la seguridad que son muebles elaborados por personas 100% guarijías", manifestó Zaila Enríquez.
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