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Buscan la preservación del borrego cimarrón en Sonora

La Fundación de Vida Silvestre de Sonora trabaja en apoyar la reproducción de esta especie.

Buscan la preservación del borrego cimarrón en Sonora

Hermosillo, Sonora.- Después de 104 años, la zona serrana de la que forma parte el Cañón del Nacapule, ubicado en el área de San Carlos, en Guaymas, cuenta con doce ejemplares de borregos cimarrones, especie endémica de Sonora.

La acción de reintroducir al animal en el sitio busca ampliar el perímetro donde habita, debido a que existen las condiciones para que sobreviva y se reproduzca y es un esfuerzo de las autoridades estatales, en conjunto con criadores privados y organismos de conservación.
 

"Es muy importante retomar esa zona, la de San Carlos, es una zona que históricamente tuvo borregos cimarrones y hace muchos años que ya no había, se habla de 1915 el último avistamiento de un ejemplar de cimarrón", manifestó Jacobo Artee Freaner.

El presidente de la Fundación de Vida Silvestre en Sonora y criador cinegético explicó que con la reinserción de la especie en ese hábitat, la franja donde habita el borrego se ampliará en unos 150 kilómetros aproximadamente.

La zona donde vive el borrego en Sonora abarca desde la Isla del Tiburón, en el Municipio de Hermosillo, hasta el área de la Sierra del Pinacate, en los municipios de Caborca y Puerto Peñasco.

Comentó que fueron varias las razones por las que se terminaron los ejemplares de borrego en ese lugar: El crecimiento de la urbanización, que la especie no tenía valor económico, la caza irresponsable y una alta población de depredadores.

 

Reintroducción de la especie

El pasado 22 de mayo, en un evento encabezado por la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, fueron liberados en el Cañón del Nacapule doce ejemplares de borrego cimarrón, seis hembras e igual número de machos.

Pero el proyecto no termina con la introducción de los doce ejemplares, manifestó Artee Freaner, también representante en Sonora de la Fundación WildSheep, una organización que a nivel mundial que trabaja en la preservación de especies de borregos.

"Ahí no termina el proyecto, como es una reintroducción es recomendable seguir liberando y se tiene pensado liberar para fines de año a 40 más, quizá un poco más, y es ahí cuando el programa va a comenzar a tener éxito", afirmó.

La zona, expuso, abarca cerca de 40 mil hectáreas, espacio en el que caben miles de animales. La expectativa es que en un plazo de cinco años exista una población de 300 ejemplares de borrego cimarrón.

El propósito forma parte de un plan apoyado por el Patronato del Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora (Patrocipes), apuntó, donde criadores de borregos donan animales excedentes de sus Unidades de Manejo Ambiental (UMA’s) para formar un hato, que luego sirve para repoblar otras zonas con la especie.

Cuando la población de borrego cimarrón se haya asentado en San Carlos y sea suficiente, se podrían implantar en la zona proyectos de cacería cinegética, aunque por ahora no se habla de caza en la zona, refirió Artee Freaner.

"La caza responsable es una fuente de ingresos que ayuda a soportar este tipo de proyectos", dijo, "aunque actualmente es un proyecto puramente de conservación, en un futuro ya que se tenga éxito, a lo mejor se puede tener un aprovechamiento en la zona".

 

Cazar para preservar

Javier Artee Valenzuela, organizador cinegético y quien se dedica al cuidado, preservación y manejo del borrego cimarrón en Sonora, asegura que desde que él era un niño, se convenció de que la caza responsable es una herramienta para preservar a las especies.

"Cazar es preservar, son animales que tienen una vida útil de 10 a quince años", agregó, "que valen por su valor cinegético".

Recordó que hace más de 30 años se realizó el mismo proceso de reintroducción de borregos en la Isla del Tiburón, el cual se hizo en dos ocasiones porque el primero no fue exitoso. Después le tocó solicitar los primeros permisos para la caza en la zona.

Los trabajos que se han realizado en Sonora para conservar a la especie, expuso, dieron pie para repoblar áreas de la Ovis Canadiense Mexicana en áreas de Estados Unidos como California, Nuevo México y Texas.

Resaltó que en los últimos años los dueños de las UMA’s comenzaron a reconocer que los cimarrones son animales que tienen valor.

"Son sierras que tenemos que cuidarlas, son sierras donde el animal se usó como alimento, al animal se lo comía, tenía lógica, pero como no había valor del recurso no se cuidaba por los dueños del predio porque aparte lo que había dentro era propiedad de la nación", explicó.

Una vez que se publicó la Ley de Vida Silvestre en México, agregó, lo que se encontrara dentro del predio se convirtió en propiedad del dueño, quien podía usufructuar agua, animales, árboles y otros recursos naturales.

 

Sierra El Álamo

Un ejemplo de conservación y repoblación de un hábitat para el borrego cimarrón está en Sonora y se llama Sierra El Álamo, ubicada en las cercanías del municipio de Caborca.

El proyecto en el sitio, propiedad de la familia Artee Freaner fue apoyado por la organización Wildsheep Foundation y consiste en introducir animales de la especie para repoblar, lo que incide en la mejora genética de los borregos.

"Vamos a meter nueva sangre, vamos a refrescar, va a mejorar la genética, va a haber mayores nacimientos y habrá más éxito en la repoblación de la fauna", consideró.

El éxito de Sierra El Álamo, expuso, se ha reflejado en mayores "trofeos", nombre que los cazadores cinegéticos dan a los animales que cazan, ya que han obtenido mejores y más grandes ejemplares, adultos y no tanto a los jóvenes.

Recientemente en el área fue cazado un ejemplar de 200 puntos, uno de los mayores trofeos en la práctica y que en pocas ocasiones se encuentra, lo que habla de un mejoramiento de la raza impulsado por el mejoramiento genético.

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