2001 el primer título de los D’Backs
Con sólo tres años en las Grandes Ligas levantaron el trofeo de campeones.
Los Diamondbacks de Arizona buscan regresar a lo más alto del Béisbol de las Grandes Ligas conquistando su segunda Serie Mundial luego de 22 años de ausencia en el clásico de otoño.
La edición del 2023 inicia justo el mismo día que arrancó en el 2001, pero con la diferencia que en este año no tienen la ventaja de locales y no serán los Yankees de Nueva York el rival a vencer, aunque ahora también parten como favoritos los rivales en turno, los Rangers de Texas.
Para llegar a esa serie de titular los “Mulos de Manhattan” vencieron a los Marineros de Seattle en cinco partidos, en tanto que los Diamondbacks de Arizona dieron cuenta de los Bravos de Atlanta, también con cuatro victorias a uno, siendo el artífice de la carrera del triunfo en el cuarto encuentro el jugador hermosillense Erubiel Durazo.
Considerada una de las mejores Series Mundiales de todos los tiempos, en el choque a ganar cuatro de siete partidos, dos de los juegos fueron decididos en extra innings y tres partidos más, tuvo regresos en las últimas entradas.
Para añadirle más dramatismo, el partido número siete terminó con un imparable de Luis González para dejar tendidos en el terreno a los Yanquis de Nueva York, tal y como lo había hecho en 1997 Edgar Rentería en la serie mundial que ganaron los Marlines de la Florida a los Indios de Cleveland.
La mayor diferencia puede ser que el rival en el montículo era Mamariano Rivera, el único pelotero que ha ingresado al salón de la fama del béisbol en Cooperstown de manera unánime y quien era muy complicado siquiera conectarle la pelota cuando entraba de cerrador.
La leyenda del panameño antecedía a su prestigio y fue con ese batazo con el que entraron las dos carreras carreras con las que los Diamondbacks se coronaron campeones apenas a tres años de su legada la gran carpa.
El choque entre Yankees y Diamondbacks fue la primera Serie Mundial jugada en el estado de Arizona, siendo además, la tercera serie del mundo en terminar con un hit en la parte baja de la última entrada.
Ese fue el último Clásico de Otoño jugado, con la ventaja para el equipo de la Liga Nacional hasta el 2008, una característica que ahora favorece a la liga que gana el Juego de las Estrellas a mitad de la campaña.
Randy Johnson y Curt Schilling compartieron el trofeo de Jugador Más Valioso combinándose para un récord de cuatro ganados y cero perdidos una efectividad de 1.40 y poncharon a 45 jugadores adversarios en 39 entradas y 1/3, algo histórico en el béisbol de los Estados Unidos.
Pocas series se han jugado en el mes de noviembre y en esa ocasión se prolongó debido a que la temporada regular se suspendió por los ataques de las torres gemelas que habían ocurrido recién en el mes de septiembre del mismo año.
El dramatismo de la Serie Mundial estuvo enmarcado en una serie de regresos a lo largo de los siete enfrentamientos que se realizaron con victoria para los Diamondbacks de Arizona en el primer partido, nueve carreras contra un, en el estadio Bank One Ballpark.
En el segundo partido, los Diamantes volvieron a pegar, aprovechando su ventaja de localía ganándoles cuatro a cero a los Yankees de Nueva York, que los colocaba en una situación inmejorable para pensar en alzarse con el gallardete.
Sin embargo todo cambió para el tercer encuentro realizado en el Yankee Stadium ante casi 56000 fanáticos en el Bronx, luego de que los Yankees derrotaron por la mínima, dos carreras a una a los Diamantes de Arizona para acercarse también en la serie titular.
El choque se emparejó en el cuarto compromiso con otra victoria por la mínima, en extra innings cuatro carreras por tres, resultado que se definió en diez episodios, poniendo la serie en igualdad de circunstancias dos juegos a dos.
Para añadirle más dramatismo a la serie de titular, Nueva York ganó el siguiente encuentro tomando ventaja en la serie de tres a dos, por marcador precisamente de tres carreras a dos en doce episodios, necesitando una sola victoria en patio ajeno para alzarse con un gallardete más en su brillante historia dentro del rey de los deportes.
Los Diamondbacks de Arizona tenían otras intenciones y con un triunfo de 15 carreras a dos, la diferencia más grande en muchos años, emparejaron la serie a tres juegos por bando, dejando todo para un definitivo séptimo que se jugó el cuatro de noviembre en el Bank One Ballpark.
Fue en esa instancia en que escribió otra brillante página en la historia del béisbol de las Grandes Ligas, con un encuentro muy emocionante definido en la novena entrada, y donde Mariano Rivera el as de picheo de la rotación de los Mulos de Manhattan, dejó una pelota al alcance de Luis González, quien la conectó con la casa congestionada de compañeros impulsando las dos carreras que le dieron la ventaja y el triunfo definitivo tres a dos, para lograr el primer título en su historia dentro del béisbol de las Grandes Ligas.
Como justo reconocimiento a lo realizado arriba de la loma de las responsabilidades el premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, fue compartido por los estelares Randy Johnson y Curt Schilling que lograron ganar los cuatro partidos y no perdieron un solo compromiso estando arriba de la lomita.
Con el resultado, los Diamondbacks de Arizona se convirtieron en el primer equipo profesional de Ligas Mayoresen los Estados Unidos en convertirse en campeones en el estado.
Juego 1
Diamondbacks 9-1 Yankees
Juego 2
Diamondbacks 4-0 Yankees
Juego 3
Yankees 2-1 Diamondbacks
Juego 4
Yankees 4-3 Diamondbacks (10 innings)
Juego 5
Yankees 3-Diamondbacks 2 (12 Innings)
Juego 6
Diamond Backs 15-2 Yankees
Juego 7
Diamond Backs 3-2 Yankees
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