Por más niños lectores

Tiene sentido que el hecho de leerles los ayude a aprender a leer por sí mismos, y es cierto que leerles favorece ese proceso de aprendizaje crucial, pero los beneficios de leer juntos (para los niños y para los padres) se extienden mucho más allá de la alfabetización.

Refuerza vínculos

El tiempo de lectura con un padre o madre no se trata únicamente de la actividad de leer, de igual manera implica pasar tiempo juntos de manera constante y concentrada, sin otras distracciones o exigencias; incluso unos pocos minutos de lectura juntos les brindan, a ti y a tu hijo, la oportunidad de detenerse un poco, conectarse entre ustedes y compartir una actividad agradable.

Además, ese grato tiempo juntos es beneficioso para el desarrollo cognitivo de los niños, especialmente cuando son pequeños; la experiencia sensorial de sentarse a tu lado, escuchar esa voz familiar y sentir un libro en sus manos son importantes para el desarrollo cerebral de los pequeños.

Estimula el lenguaje

Desde su nacimiento, los pequeños están ya programados para desarrollar habilidades lingüísticas, y el hecho de estar expuestos de manera constante a una amplia variedad de patrones del habla es lo que los ayuda a hacer eso precisamente.

Incluso la experiencia táctil de sostener o tocar un libro puede contribuir al desarrollo cognitivo de los bebés.

Así, al leerle a tu hijo desde una edad temprana, incluso antes de que se pueda comunicar de manera verbal, lo ayudarás a sentar las bases neurológicas pare el uso efectivo del lenguaje y la alfabetización; esto se debe en parte a que los libros exponen a los niños a un vocabulario y a una gramática que, de otra manera, no escucharían.

Fortalece la empatía

Invariablemente, la lectura es una herramienta importante para ayudar a los niños a desarrollar empatía; cuando los niños leen libros sobre personas cuyas vidas son diferentes a las suyas, desarrollan un aprecio por los sentimientos de otras personas, así como otras culturas, estilos de vida y perspectivas.

Los libros pueden ayudar a que ellos aprendan cómo manejar sus propios sentimientos de manera saludable; ver que los personajes de los libros experimentan sentimientos fuertes, como enojo o tristeza, les permite saber que estos sentimientos son normales, y además les da la oportunidad de hablar acerca de sus propios sentimientos fuertes.

Tú puedes utilizar el tiempo de lectura como una oportunidad para fomentar la conciencia emocional de los niños y construir sus kits de herramientas para manejar los sentimientos.

Propicia la curiosidad

El hábito de la lectura puede promover que tú y tu hijo salgan de la rutina diaria y hagan otra cosa distinta y por demás divertida; un libro, sin duda, hará que tu pequeño desarrolle su imaginación sin límites e impulse su curiosidad a conocer nuevos temas, nuevos personajes.

De hecho, quizás tengas junto a ti a un escritor desde niño si le inculcas también el arte de escribir.

También, mientras tu hijo lee, le fomentas la sensación de tranquilidad, de calma absoluta y, por supuesto, también aprende a no temerle a la soledad; es más, aprende a disfrutarla y a conocerse a sí mismo.

Después de todo lo anterior, puedes comenzar, inclusive, a armar una biblioteca en casa que sea el lugar idóneo para despertar el gusto en tu hijo por la lectura; procura que haya luz en ese espacio y comiencen a leer juntos.

Fuentes:

Child Mind Institute

Edutory