Blindar su casa del calor le ahorrará hasta 30% de energía eléctrica

HERMOSILLO, SONORA.- “Blindar” una vivienda contra el calor sí es posible y todo empieza desde la ubicación de la casa, así como los materiales que se le aplican, para que el consumo de energía pueda llegar a ser hasta un 30% menos.

Los domicilios que tienen ventanas y paredes en dirección al Sol y a los cuales se les aplican aislantes pueden ahorrar entre un 20 a 30% en los recibos de CFE, informó Ana Cecilia Borbón Almada, profesora investigadora del Departamento Civil y Minas de la Universidad de Sonora.

Para construir casas que sean menos calientes en las zonas desérticas, explicó, se deben de hacer edificaciones bien orientadas con fachadas que no sean dirigidas hacia el Poniente porque comúnmente son las superficies más sensibles.

Las ventanas son elementos muy sensibles para ganar calor en el edificio, eso sería desde el diseño porque sería la orientación del edificio antes de construirlo”, dijo.

Si se tiene en cuenta el aislamiento desde la construcción, indicó, que se pueden usar materiales diferentes al ladrillo o al bloque que permiten que el calor pase al edificio y se acumule lo que hace que el interior esté fuera de la zona de confort.

“Lo más importante es utilizar materiales aislantes el poliestireno, el poliuretano para poder proteger estas construcciones que pueden ponerse en techo o en muros, es recomendable ponerlo en techo principalmente y después en la orientación hacia el Poniente”, comentó.

¿Y SI YA ESTÁ CONSTRUÍDA?

En las construcciones que ya están hechas se le pueden adicionar aislamientos en la pared más afectada por la radiación y en el techo. Las ventanas son altamente susceptibles a dejar entrar el flujo de calor que se deben de atender, externó Ana Cecilia Borbón Almada.

En las ventanas principalmente hay que proporcionarle sombra, que el rayo del Sol no incida directamente sobre el cristal porque se transmite y entra, en el caso del cristal este flujo del calor o esta incidencia solar, entra directamente a través del cristal”, añadi la profesora investigadora del Departamento Civil y Mina de la Universidad de Sonora.

Entre más grande la ventana de una vivienda en un clima caluroso más será la entrada del calor, ante esto se le pueden colocar viseras, porche o se puede cambiar a otro tipo de cristal.

“Podemos estar hablando de tipos de vidrios, ahumados, filtra sol, polarizados, incluso vidrios dobles que se pueden considerar. Son tecnologías que se pueden aplicar. Y por supuesto algo muy importante sería tener vegetación alrededor de la casa”, indicó.

Tener sombras con elementos naturales como de árboles son de gran ayuda, precisó la investigadora de la Unison, porque tienen su propia temperatura al ser un elemento vivo.

El impermeabilizante y el aislante, aclaró, son diferentes porque el primero busca detener los efectos del agua mientras que el segundo evita la transferencia de calor en los elementos constructivos.

“El aislante tiene una muy baja conductividad que evita que el calor entre de manera rápida, son materiales que tienen baja conductividad y alta resistencia térmica”.

“Entonces si aíslas con un material y no lo proteges este material se va a degradar porque este no se puede quedar a la intemperie, entonces aíslas y sobre aislamiento tienes que proteger”.

“Y sobre esa protección a la capa final sería el impermeabilizante para evitar el agua que pueda penetrar, porque el agua le hace daño a esos materiales digamos están llenos de huecos de aire”, explicó.

Para colocar los tipos de aislantes, Borbón Almada recomendó contratar a personas que tengan experiencia para que analicen el tipo de espesor que requiere la construcción según el diseño y cálculo y evitar gastos innecesarios.

Podemos estar hablando de tipos de vidrios, ahumados, filtra sol, polarizados, incluso vidrios dobles que se pueden considerar. Son tecnologías que se pueden aplicar. Y por supuesto algo muy importante sería tener vegetación alrededor de la casa”

—  Ana Cecilia Borbón Almada, Profesora investigadora del Departamento Civil y Minas de la Universidad de Sonora