Las poderosas Águilas del América de los 80

Su contundencia sigue dando de que hablar cuatro décadas después cuando apellidos como Tena, Ortega y Luna se recuerdan por su entrega dentro de la cancha que además, les dio resultados que no han podido ser igualados más de 30 años después.

Con una base mexicana, integrada por jugadores surgidos de la Fuerzas Básicas del propio equipo, con extranjeros de gran calidad, llevaron al equipo de Coapa a ganar ocho campeonatos entres la Liga Concacaf y Campeón de Campeones, solo les faltó levantar la Copa.

El equipo continuó con la filosofía de José Antonio Roca, de ir a ganar todos los partidos y la siguió Carlos Reynoso para seguir sumando grandes resultados, relataría el exjugador en una entrevista.

En las finales ganaron a sus acérrimos rivales: de los ocho títulos, cuatro fueron ante Chivas, Cruz Azul y Pumas en dos ocasiones, pero sin duda, la que más se recuerda es donde vencieron al equipo de Guadalajara.

Se imponen

En la temporada 1983-84, las Águilas derrotaron a Chivas en la cancha del Estadio Azteca en la que ha sido llamada la Final del Siglo y para el chileno Reynoso, fue “sin duda el logro más importante de mi historia con el América, ese título debería contar por cuatro por ser el rival Chivas”, sentenció.

Al equipo universitario le ganaron dos finales: el primer para obtener el bicampeoanto en la 84-85, en una final que se tuvo que definir en tres partidos; el último en el Estadio La Corregidora, mientras que en la 87-88, se repitió el enfrentamiento volviendo a ganar los emplumados por goleada global de 4-2.

A la máquina cementera del Cruz Azul, la derrotaron en una final en la década más gloriosa de la historia del América en la campaña 88-89, para conseguir el segundo bicampeonato en corto periodo.

Ganadores absolutos

Esta brillante historia se escribió con letras de oro ya que en su plantilla se tenían jugadores de la cantera, que se convirtieron en grandes ídolos como el “Capitán Furia”, Alfredo Tena, Cristóbal Ortega, Guillermo Huerta y Juan Antonio Luna, entre otros.

Entre los extranjeros destacaban Lalo Bacas, el Ruso Brailovsky, Norberto Outes y Antonio Carlos Santos; esta combinación ayudó a que las Águilas se convirtieran en una escuadra de época.

Lo anterior marcó una dinastía que se adueñó de la década de los 80 y que catapultó la fama y seguidores del equipo, así como la animadversión de los fanáticos rivales, que no podían entender cómo un equipo podía ganarlo prácticamente todo, con un juego espectacular y eficiente.