Capturas de jaiba alientan a pescadores de costa de Caborca
Familias enteras de la comunidad pesquera del ejido Campodónico se ven beneficiadas por esta especie.
CABORCA, Sonora.- Tras dos excelentes semanas de captura de jaiba, las expectativas son muy buenas para los pescadores integrantes de la Sociedad Cooperativa Bahía San Jorge, coincidieron pescadores decanos del ejido Rodolfo Campodónico, al informar que hasta el pasado fin de semana se habían capturado 44 mil 379 kilogramos.
Aún y cuando han tenido días “fallones” en esas dos primeras semanas, por cuestiones climáticas y de otra índole, asentaron que, por décadas, sus respectivas familias han dependido de la pesca de jaiba, ya que la misma, durante la mayor parte del año, los ha bendecido para brindarles bienestar y estudio digno a sus hijos,
José María Flores Fernández expuso que, durante toda la temporada de pesca jaibera, del 2023, los socios de la cooperativa lograron una producción total de 100 toneladas, las cuales en su mayoría se capturaron en las primeras semanas de haberse levantado la veda y parece que este año existe la misma tendencia o mejor.
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BUEN PROMEDIO
El presidente de dicho organismo indicó que este 2024 se hicieron a la mar, desde el 1 de julio, un contingente de 26 embarcaciones (pangas) compuesta por el equipo de un tripulante y dos ayudantes mismos que colocaron entre 85 y 90, cada una.
Actualmente, dijo, casi el total del producto se está comercializando directamente, en cuanto es sacado del mar, por una empresa sinaloense que llega y se lo lleva enhielado a Bahía de Kino, donde está una procesadora y enseguida los trasladan a diferentes ciudades de dicha entidad para redistribuirlos.
Los primeros días de esta temporada, apuntó Flores Fernández, la pesca, en panga-promedio, osciló entre 250 a 300 kilogramos por cada una de ellas, incluso hubo una que sacó hasta 600 kilogramos.
JAIBAS ¿HEMBRAS O MACHOS?
Otros beneficios que acarrea esta actividad, indicó, es porque muchos jóvenes se encuentran de vacaciones y por su comedimiento o haciendo mandados los pangueros, a las orillas de las playas se enseñan a ganar sus propios recursos sin estar de ociosos en sus casas.
Cada que aprenden algo esos chamacos, les das otra herramienta de vida para que se vayan preparando en caso de que no le guste la escuela. Algunos se suben a las pangas a ayudar a bajar o subir las trampas, seleccionar, limpiar, tarar y acarrear las jabas con jaibas.
“A algunos los vacilamos y nos divertimos un rato con ellos, lo cual les sirve de aprendizaje, después, cuando les pedimos que se pongan muy aguzados al seleccionar a las jaibas que serán entregadas ya que deben ir separadas y hay los tienes un ratito observándolas por todos lados y como queriendo preguntar, pero no se animan”, bromeó.
Algunos de esos chamacos, confió, ya traen otra “chispa” y negocian que en lugar que les paguen efectivo lo hagan con producto y que ellos verán cómo la hacen y se van muy contentos a sus casas.
Eso es bonito, los enseñamos de alguna forma a trabajar a esos muchachitos de 14 y 15 años; y a sacarle el máximo provecho a las cosas. Llegan con el pan a sus casas y ahí la van ‘capoteando’ y juntando algo para cuando regresen a clases”, comentó.
Así también se les enseña a esos jovencitos -si quieren trabajar-, apuntó, a respetar la vida de las jaibas juveniles que todavía no están en edad reproductora y les explican la diferencia entre unas y otras tras, el ciclo reproductivo y el por qué deben regresarlas vivas al mar, tomando en cuenta su color y tamaño.
MUJERES Y VALOR AGREGADO
Así también, esta actividad ha logrado que un grupo de 12 mujeres, madres de familia del referido ejido Campodónico, en apoyo solidario a sus esposos pescadores y de sus respectivas economías familiares, se hayan animado a constituirse como una pequeña cooperativa informó René Loaiza.
Las Mujeres del Desierto y Mar le dan valor agregado a la pesca de jaiba, declaró el representante de ellas, al encargarse de la adquisición de la materia prima, cocción, desmenuzamiento, empaquetado, refrigeración, traslado y comercialización.
Por ahora, refrendó, sólo tienen la capacidad para procesar 100 kilogramos diarios de jaiba, la cual, ya después de todo el proceso de elaboración logra producir 20 kilogramos, en presentaciones, mayormente en carnita desmenuzada y las tenacitas, mismas que empaquetan al vacío para distribuirlas localmente.
Ellas van navegando hacia buen puerto, pero el más grande reto no es el de poder incorporar a más mujeres a este mercado laboral y producir más, que sería muy beneficioso para las mujeres de la costa agrícola de Caborca, sino a toda una cadena de valores en general”, expresó.
El reto más grande por ahorita, no es la adquisición de infraestructura para poder desarrollarse. Lo que pasa es que eso no sucederá si no se tiene una planta generadora de energía eléctrica o conducción de una red de electricidad (para refrigerar el producto y fabricar hielo) que desde hace tiempo solicitaron a la CFE y no les ha dado respuesta, refirió.
“Y por lo tanto ellas, por cada comercialización, tienen que viajar grandes de distancia, gastando tiempos combustibles y otros insumos que le darían un impuso “explosivo” a esta actividad y otras concatenadas. Mercado para el producto sí hay”, agregó.
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