Ponle ritmo al estudio
Estudiar con música aminora el estrés, aumenta la productividad y la capacidad de retención, entre otros beneficios.
Está comprobado que la música trae grandes beneficios para el ser humano, tanto en cuestión física como emocional; en ese sentido, no es extraño pensar que estudiar al ritmo musical preferido puede influir de manera positiva en el aprendizaje y por supuesto, hacer la vida más feliz.
La falta de concentración puede perjudicar la productividad y dificultar la retención de información, sin embargo, incorporar música a la rutina de estudio puede ser una forma eficaz de mejorar el rendimiento académico.
Ésta tiene el poder de favorecer la concentración, reducir el estrés, aumentar la productividad, potenciar la retención de la memoria y la creatividad, mejorar el rendimiento cognitivo, reducir las distracciones y llevar a la relajación.
Científicamente comprobado
Varios estudios han demostrado que la música produce varios efectos positivos en el cuerpo y el cerebro de un ser humano.
Según la Florida Nacional University, la música activa tanto el hemisferio izquierdo como el derecho del cerebro al mismo tiempo, y la activación de ambos puede maximizar el aprendizaje y mejorar la memoria.
Además, la música es una forma de procesar las emociones y fortalecer la determinación cuando las personas se sienten abrumadas.
Por eso, se suele recurrir a la música con la que se sienten identificados, ya que les ayuda a lidiar con el estrés de esta manera.
De hecho, en la Universidad de Sonora, un estudio a cargo de Ana Iveth Mazón García, egresada de la Licenciatura en Música y de la Maestría en Psicología, dio como resultado que la musicoterapia es una alternativa para atender los males tan propios de estos tiempos: estrés, ansiedad y depresión.
Ponle ‘play’
Con esta ‘playlist’ de Spotify podrán iniciar las clases con un buen ritmo: reproducirla camino a la escuela cambiárá por completo el ‘mood’.
Beneficios
Mejora la concentración.
Reduce el estrés y la ansiedad.
Levanta el estado de ánimo.
Incita a mayor productividad.
Favorece la retención de memoria.
Relaja e impulsa la creatividad.
Fuentes:
Colegio Narval
Universidad de Sonora
Universidad Nacional de Florida
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