Investigan para mejorar el cártamo

La importancia de generar nuevas variedades de cártamo, para sembrarlas a la par de las que actualmente se cultivan, radica en la base del mejoramiento genético de esta y otras plantas, que haga perdurar a los cultivos en el tiempo.

Xóchitl Militza Ochoa Espinoza, investigadora del Campo Experimental Norman E. Borlaug (Ceneb) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) resaltó la importancia de trabajar en la mejora genética de manera constante.

“El mejoramiento de cualquier cultivo no debe parar, no sólo de cártamo, también de maíz, de trigo, de todo”, explicó, “es importante porque los cultivos pierden tolerancia a enfermedades, o no rinden igual porque cambiaron las condiciones de clima, el cambio climático, es decir, debes trabajar siempre en generar nuevas variedades”.

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El método

La investigadora expresó que en el Ceneb trabajan con un sistema tradicional llamado método Pedigree de mejoramiento genético, que se basa en un banco de germoplasma de donde se obtienen las semillas, con distintas características, para hacer las cruzas.

A falta de recursos públicos para estas investigaciones, declaró, se usan este tipo de procedimientos que pueden durar hasta diez años, cuando hay herramientas tecnológicas más avanzadas, como la biotecnología.

“El método Pedigree es seguro, pero tarda hasta diez años para liberar una variedad y ésa es la razón por la que no debemos parar el mejoramiento; en este método, un año haces las cruzas, otro año las siembras y así hasta que sean estables, se pasan a un ensayo regional en distintos ambientes y se revisa si son tolerantes”, destacó.

Una vez que se tienen las mejores variedades, con aguante a enfermedades y mayores rendimientos, precisó, se pasa a una validación interna y con productores para luego tomar la decisión de liberar o no la semilla.

Requerimientos industriales

En el Ceneb/Inifap, dijo Ochoa Espinoza, se trabaja en una vinculación estrecha con la industria, que es quien al final comprará los cultivos a los productores y de manera constante se revisan sus requerimientos, para así trabajar en nuevas variedades.

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Por ejemplo, comentó, en el caso del cártamo la industria requiere un mayor contenido oleico, es decir, una planta con 75% arriba de ácido oleico y a ello responden la investigación y las variedades actuales, como la CheyOL y la Huatson Oil.

Alta variedad

La liberación de nuevas variedades de cártamo y otros cultivos por parte de los centros de investigación agrícola, permiten disminuir la dependencia de semillas extranjeras y el déficit de producción de la oleaginosa.

Variedad: Chey-OL

Cultivo: Cártamo.

Ciclo: Vegetativo intermedio.

Porcentaje de aceite: 40%.

Derivación: 77% oleico, 14% linoleico.

Variedad: Huatson OL.

Cultivo: Cártamo.

Ciclo: Vegetativo intermedio.

Porcentaje de aceite: +38%.

Derivación: +75% oleico.

Fuente: Inifap.