Paseos entre nubes
La experiencia de volar en un globo aerostático es una de las formas más impresionantes de disfrutar paisajes fabulosos desde las alturas.
Esa sensación de flotar suavemente mientras contemplas el horizonte es incomparable, permitiendo a los pasajeros desconectarse del mundo y observarlo desde una perspectiva completamente nueva; quienes lo han experimentado, suelen describir la tranquilidad y el silencio que predominan a miles de metros de altura.
Los globos aerostáticos ofrecen la oportunidad de escapar de la rutina y sumergirse en una experiencia serena y a la vez, emocionante.
Una de las principales ventajas de volar en globo es la suavidad del despegue: a diferencia de los aviones, el despegue en globo es gradual y casi imperceptible, lo que permite a los paseantes relajarse desde el inicio del viaje.
Mientras el globo asciende, el escenario bajo los pies se va expandiendo y los detalles en el suelo se hacen más pequeños, creando un espectáculo visual extraordinario.
Además, la ausencia de ruido -ya que no hay motores- hace que el vuelo sea una experiencia tranquila, ideal para quienes buscan una conexión pacífica con la naturaleza.
Los globos aerostáticos también son parte de festivales y eventos alrededor del mundo, donde cientos de naves decoradas con diferentes formas y colores llenan el cielo.
En números
5,000 metros es la altura máxima promedio que puede alcanzar un globo aerostático comercial.
1960 fue el año en que se realizó el primer vuelo en globo aerostático con un quemador de propano, mejorando la tecnología del vuelo.
16 pasajeros es la capacidad promedio de los globos aerostáticos más grandes.
3 horas es la duración máxima de la mayoría de los vuelos comerciales en globo.
400,000 globos aerostáticos han sido fabricados desde su invención.
10 países destacan por tener festivales de globos aerostáticos a gran escala, incluyendo México, España, Francia y Japón.
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