Anclados o libres, ¿cuál es la diferencia?
Los vuelos en globo aerostático pueden realizarse de dos formas principales: anclados o libres.
Ambas experiencias ofrecen la magia de volar en globo, pero con diferencias clave en el tipo de vuelo y las sensaciones que brindan.
Un vuelo anclado implica que el globo está sujeto al suelo mediante cuerdas o cables de anclaje, lo que limita su altura y movimiento horizontal; es más corto y se usa frecuentemente en festivales o eventos especiales, ya que permite a un mayor número de personas experimentar la sensación de elevarse en un globo sin los riesgos o complejidades de un vuelo libre.
El globo puede ascender hasta una cierta altura y permanecer ahí antes de descender nuevamente, ofreciendo una vista panorámica y la sensación de estar suspendido en el aire.
Por otro lado, un vuelo libre es una experiencia más completa, donde el globo no está sujeto al suelo y puede moverse libremente en función de las corrientes de aire; el piloto debe maniobrar el globo ajustando la altura, para encontrar corrientes de viento favorables.
A diferencia del vuelo anclado, el libre permite una navegación a través de diferentes paisajes y una mayor duración de la experiencia, lo que lo convierte en una opción atractiva para quienes buscan una aventura más prolongada.
Independientemente del tipo de vuelo, la sensación de elevarse en un globo aerostático es una ocasión inolvidable que ofrece una perspectiva única del mundo desde las alturas.
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