Cede venta de utensilios de barro ante desechables

NAVOJOA.- En un rincón del Mercado Municipal, Romualda Morales Millán, conocida con cariño como “La Nana”, una mujer de 83 años y la comerciante más longeva del lugar, enfrenta una realidad preocupante: Los trastes de barro que por generaciones han representado tradición y conexión con la tierra, están siendo desplazados por opciones de materiales desechables.

La mujer, quien ha dedicado su vida a la venta de utensilios de barro y otras artesanías de la región, dijo que observa con tristeza cómo la modernidad y la practicidad están transformando los hábitos de consumo.

Estos trastes son amigables con el medio ambiente y nos conectan con nuestras raíces y antepasados; cada uno está hecho con el esfuerzo de artesanos que moldean nuestra historia con sus manos; pero la gente ahora prefiere lo rápido, lo fácil”, señaló.

El uso de trastes desechables, aunque más práctico, ha tenido un impacto significativo no sólo en el medio ambiente, sino también en los negocios tradicionales como el de “La Nana”, pues las ventas han disminuido de manera drástica, poniendo en peligro una forma de vida que ha sido parte del patrimonio cultural de la región.

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A pesar de los desafíos, La Nana se mantiene firme en su compromiso de preservar esta tradición en el local que inició junto a su esposo Marcial Bacapiz en sus años de juventud.

“Cada vez que alguien compra un traste de barro, está llevando algo más que un objeto, lleva una parte de nuestra historia”, afirmó.

Su local es un lugar que se resiste al paso del tiempo, donde prevalecen productos que cada vez son más difíciles de ver en otros sitios; platos y ollas de barro, bancos artesanales, bulis (recipiente natural proveniente de una planta), entre otros productos típicos de la región.

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