Celebra Álamos 40 años de mágia y música

Álamos se convierte cada año en un epicentro cultural en el que convergen manifestaciones artísticas diversas, pero alineadas para rendir homenaje a la identidad sonorense.

Con ese objetivo, el Festival Alfonso Ortiz Tirado (FAOT) ha evolucionado en sus 40 ediciones y responde a un público ávido de conocer el arte de otros pueblos y, al mismo tiempo, de compartir su riqueza con ellos.

Este 2025, el programa continúa la tendencia de diversificación que lo ha caracterizado los últimos años y cuenta con actividades y espectáculos para todos los gustos.

Sonora

Arranca este día el FAOT 2025 en Álamos

No se pierdan esta edición. Nos hemos esmerado con toda conciencia para hacerle honor a este 40 aniversario y que la gente tenga muchas, muchas alternativas de enriquecerse espiritualmente a través de la música, de los diversos géneros musicales que se presentan”, indicó Beatriz Aldaco, Directora del Instituto Sonorense de Cultura.

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¡ALGO PARA TODOS!

Sin perder su esencia musical, a lo largo de su historia el Festival ha ido incorporando disciplinas como las artes visuales, la danza y la literatura.

Otro acierto ha sido la inclusión de los pueblos originarios, base y fundamento de la cultura sonorense, por lo que desde ha- ce varios años se concentran en el Pabellón Étnico para desplegar sus sonidos, gastronomía y artesanías.

La cultura es para todos y en el FAOT no se olvidan las infancias. La Alameda es el foro des- tinado a los más pequeños, donde habrá funciones de música y teatro especialmente para ellos.

Un indispensable del Festival es el recorrido escénico y musical titulado “De la Filantropía a la canción... Ortiz Tirado, el médico”, que concentra los pasajes más importantes del ilustre alamense que da nombre al Festival: Sus estudios, sus aportaciones a la Medicina y a la vida cultural de México, así como la personalidad altruista por la que siempre fue conocido.

Es difícil imaginar que un evento de la envergadura del FAOT inició con apenas un centenar de personas como público, una cantante, un piano, y la voluntad de un grupo de personas que deseaba compartir la belleza cultural de Álamos.

Aunque aquella velada íntima del 24 de enero de 1985 queda lejos, la intención se mantiene: Ser escaparate del talento artístico mexicano e internacional y compartir las manifestaciones artísticas que nos hacen únicos.