Martha Aguayo de Uruchurtu y las voluntarias del Albergue Luz Valencia despiden las cenizas de 42 pacientes
En una emotiva ceremonia, se entregan las cenizas de pacientes que vivieron sus últimos años con cuidado y afecto en el albergue
HERMOSILLO, SONORA.- Con lágrimas en los ojos, Martha Aguayo de Uruchurtu, junto a un grupo de voluntarias del Albergue Luz Valencia, despidió las cenizas de 42 pacientes del lugar, quienes fallecieron durante su estancia en los 35 años que duró el albergue.
Ellos conocieron en el albergue lo que era una familia; muchos de ellos no volvieron a recibir una visita, pero eran felices ahí, con los cuidados que les dábamos, yo los veía”, expresó Aguayo de Uruchurtu, fundadora del lugar.
Entre las diferentes urnas se encontraban las cenizas de Mario Armando Cervantes Chávez, primer beneficiado del albergue, quien, para Martha y las demás voluntarias, era como un hijo.
“Él me decía mamá, mis hijas se criaron con él, para ellas era como un hermano, y para mí era mi hijo también”, expresó, mostrando su foto.
Las cenizas fueron depositadas en el Panteón Bethania “Jardines del Buen Pastor”, donde se les brindó una ceremonia religiosa de despedida.
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