Fabián, el pequeño gran guardián de la Danza del Venado
A sus 4 años de edad, ya ejecuta la icónica Danza de Venado y canta sones en la lengua materna de su etnia.
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NAVOJOA.- Apenas con 4 años de edad, Fabián Eduardo Rodríguez López se ha convertido en una inspiración para su comunidad. Con cada movimiento, cada brinco y cada golpe de sonaja, el pequeño demuestra que la Danza del Venado no es sólo una tradición, sino un legado que se lleva en la sangre y en el corazón.
Pero el pequeño que estudia en el Jardín de Niños Juan de la Barrera no sólo ejecuta la danza más importante de la etnia Mayo, sino que también canta en la lengua materna, a su corta edad habla español y el lenguaje de la etnia Yoreme Mayo, por lo que a sus 4 años de edad lleva un legado ancestral.
Desde que pudo sostenerse en pie, Fabián mostró una conexión especial con la música de los tambores y el sonido de los cascabeles. Inspirado por su hermano mayor, Raúl Adrián, de 17 años, comenzó a imitar los movimientos de la danza con una gracia sorprendente para su edad, señaló Raúl Rodríguez, padre del pequeño.
Lo empezamos a llevar a fiestas tradicionales a ver a su hermano y le gustó”, narró, “pero también canta algunos sones, el canta venado, en la lengua materna, entiende el idioma.
Para el niño, quien vive con sus padres en la colonia Herradura de esta ciudad, la Danza del Venado no es sólo un juego, sino una manera de expresar el orgullo de sus raíces. En cada presentación, su pequeña figura resalta entre los danzantes adultos, capturando la mirada de todos los asistentes. Su energía, su alegría y su compromiso con la tradición han conmovido a propios y extraños.
“Lo que más me gusta es brincar como venadito, echarme las marometas”, expresó Fabián.
Agregó que cada que se pone el ajuar y ejecuta la danza se siente orgulloso pues a su corta edad entiende el significado detrás de cada paso. Sabe que representa el espíritu del venado, la conexión con la naturaleza y la resistencia de su pueblo, comprende que su danza es una forma de honrar a sus ancestros.
“Estos se llaman tenabaris, estás son sonajas y estos coyolis para hacer sonar las sonajas”, explicó el pequeño mostrando cada uno de los objetos.
Para sus padres, ver a Fabián bailar es motivo de orgullo y esperanza.
“Nos llena de alegría saber que nuestros hijos están preservando nuestras tradiciones. La danza del venado es parte de nuestra identidad, y ellos la están llevando con amor”, expresaron.
A diferencia de otros niños de su edad que prefieren los juegos modernos, Fabián encuentra su felicidad en los ensayos, en los ritmos ancestrales y en los aplausos del público. Su compromiso es tal que incluso en casa, en cualquier momento, comienza a danzar.
UN VIRTUOSO
Como un virtuoso que tiene el don, calificó Victoria Galaviz, una promotora cultural de la etnia Mayo al pequeño Fabián, pues aseguró que de cada 100 niños de esta tribu sólo uno logra ejecutar la danza y en un porcentaje aún menor lo hace a los 4 años de edad.
Es un don, nació para ser danzante y todavía es menos común que entienda la lengua, que cante los sones”, resaltó.
Es necesario que más niños se interesen por sus raíces, por su cultura, enfatizó, por lo que Fabián es un motivo de orgullo pues es el danzante y canta venado más pequeño en la región, algo que pocos logran.
“Es importante que las autoridades promuevan las danzas y la lengua materna en los niños; también desde la familia irles inculcando”, añadió.
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