Llega María Guadalupe a la milicia pese a la oposición de sus padres

Ser parte del grupo de mujeres militares que conforman la Cuarta Zona Militar, representa un gran orgullo para María Guadalupe Acosta Lira, quien es sargento primero auxiliar oficinista.

Siendo originaria de Los Mochis, Sinaloa, la sargento María Guadalupe logró cumplir el sueño que tenía desde niña y se enlistó a las filas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) aunque la situación no le fue fácil.

Comentó que la idea de ser una mujer soldado no era del agrado de sus padres, especialmente de su mamá, pues deseaba que estudiara una carrera profesional y después, que ella misma decidiera su futuro.

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Siempre había querido entrar (a la Defensa), pero mi mamá no me dejaba y me dijo: ‘Hasta que no termines una carrera, no puedes entrar ahí’, y terminé una carrera y después me vine para acá”, recordó.

Para darle gusto a su madre, la sargento Acosta Lira estudió la licenciatura en Comercio Internacional, pero en su corazón sentía que algo en su vida le hacía falta para completar la felicidad y decidió migrar a Hermosillo y enlistarse en la Cuarta Zona Militar.

"Yo estaba en la secundaria cuando dije: Yo quiero andar en un carro como ellos, pero el Ejército es muy amplio, no nada más es el personal que anda en los vehículos, es un mundo completo, hay doctores, ingenieros, escribientes, hay muchos profesionistas, igual.

Mis papás tenían miedo de que estuviera fuera, lejos de ellos, más que nada, y que me pudiera pasar algo, pero es algo que me gustó y se siente muy bien. Estoy muy orgullosa de portar el uniforme y, pues ya, ahorita mis papás se sienten orgullosos también”, resaltó.

La vida para las mujeres dentro de la milicia es igual a las demás mujeres del País, aclaró, pues en la institución está muy arraigado el respeto, tanto a los compañeros como a las mujeres y no existe la discriminación por género.

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“Aquí nos están dando siempre capacitaciones, cursos y conferencias, con temas de género, precisamente para evitar esas situaciones, pero cada vez somos más mujeres las que entran a la Sedena y es un orgullo pertenecer y portar el uniforme de esta institución”, expresó.

María Guadalupe Acosta Lira está casada con otro militar y son padres de Juan Armando, de 12 años de edad, quien, asegura, “está muy orgulloso de su mamá y también desea ser militar, específicamente, piloto aviador”, pero el paso del tiempo lo dirá y respetará la decisión que su hijo tome en un futuro.