“El Molinito”, muy poca, pero aún tiene agua
A diferencia de la Abelardo L. Rodríguez, este embalse aún tiene el vital líquido que sirve para abastecer a los hermosillenses, sin embargo los pobladores del lugar señalan que ellos se surten con pipas

HERMOSILLO, SONORA. 6 DE ABRIL DE 2025.- El caudal del río Sonora es un recuerdo para los pobladores que viven alrededor de la presa Rodolfo Félix Valdés conocida como “El Molinito”, construida para llevar agua a Hermosillo.
Esta es una de las tres presas que surten de agua a la capital sonorense: “El Novillo” que está a un 15.6% de su capacidad; la Abelardo L. Rodríguez que está a un 0%; y “El Molinito” que está a un 4.1% de su capacidad máxima, según datos de Conagua.
Jesús Peñúñuri Figueroa, de 70 años de edad, es uno de los 20 pescadores de tilapia en la presa de “El Molinito”, ha realizado este trabajo por 30 años, es originario de San Francisco de Batuc, uno de los pueblos reubicados por la creación del embalse construido de 1990 a 1991.
Ahí sembraban toda la gente, los papás de uno, todos ahí sembraban, levantaban buenas cosechas y los reubicaron para acá”, platicó.
POCA PESCA
Su actividad antes de la presa era la ganadería, sin embargo, con la llegada del embalse Rodolfo Félix Valdés cambió a la pesca de tilapia. En los tiempos en que está llena de agua saca entre 50 y 80 kilos de este animal. Pero ayer, relató con tristeza, que no pescó ni cuatro kilos, lo más hondo que tiene actualmente la presa “El Molinito” es de 2 metros y medio.
Se pudo observar cerros que comúnmente estaban cubiertos por el agua, ahora lucen secos.
“Casi en toda esta temporada no ha caído muy bien, no ha funcionado muy bien, está muy bajito, lo más hondo ha de estar a unos dos metros y medio, pegado al bordo”, señaló.
Este panorama, indicó, que ya lo ha visto en la presa hace cerca de 15 años, espera que haya una lluvia extraordinaria haga crecer el caudal del río, que dé esperanza de una temporada de abundante vital líquido para Hermosillo.
“ERA MUY BONITO”
Catalina Cota Villalba, de 78 años de edad, es una de las testigos de los cambios que han ocurrido en la región, ella nació en la comisaría del Molino Camou que está a un par de kilómetros del vaso de esta presa.
Recuerda que antes de la construcción del embalse, el río Sonora corría a sus anchas cuando llovía y cuando no caía agua era un riachuelo que mantenía verde la tierra por donde pasaba.
“Uno se iba andar para el río, se iba uno a pasear, era muy bonito cuando corría el río, era muy bonito, hasta ocho días estaba el río creciendo. Muy bonito estaba el río”, dijo.
La fecha del inicio de la construcción de la presa “El Molinito” la tiene presente, explicó, porque fue cuando nació su primer nieto, en 1990.
Desde entonces el río Sonora sólo corre cuando el agua es vertida porque la presa está en su máxima capacidad. Comúnmente el agua es llevada en tubos del embalse a Hermosillo.
A TRAVÉS DE PIPAS
La comunidad del Molino de Camou no se escapa de la escasez del vital líquido, a pesar de su distancia con la presa “El Molinito”, sus habitantes reciben agua por pipas ya que su pozo se ha secado.
Hay gente que tiene hasta el año que no ven el agua en la llave porque no alcanza el agua. Hay veces que andan pipas y llenan los tambos para lavar, ésta la puedo agarrar para la casa, para la cocina, para lo que se me ofrece”, precisó.
En el domicilio de Catalina sale poca agua de la llave y se apoyan con una bombilla eléctrica para que el chorro tenga fuerza a fin de llenar botes que usan para cocinar.
“Vi correr el río y luego de donde está la casa grande de hacienda, para este lado todo el tiempo pasaba un canal y todo el tiempo estaba llenito de agua ese canal”, añadió, “se siente triste que el aguatan bonita que más antes, pero ahorita se está acabando el agua, quién sabe qué pasara”.
Víctor Manuel Acuña Morales, de 59 años de edad, es un vaquero del ejido “Gral. Fructuoso Méndez”, comentó que hace cerca de un año el pozo que tenían se les secó, ahora reciben agua de pipas y otra parte la compran.
Es algo difícil, el monte como está, tenemos vacas encerradas y tenemos que comprar pastura y agua. Casi todos los del pueblo tienen su pedazo en la orilla de la presa, yo también tengo ahí, ahí andan las vacas en la orilla de la presa"
“Pero también está muy reseco, están las vacas muy flacas, sabe qué irá a pasar de aquí a junio, si ahorita están bien flaquitas, está la crisis, la resequedad, muy fea”, destacó.
NO LES LLEGA EL AGUA
El río Sonora corre del área del “Gavilán” hacia arriba, aseguró, pero desde que construyeron la presa el agua no les llega.
“Cuando hicieron la presa, aparte de hacer la zanja, inyectaron cemento para abajo y ¿qué crees que pasó? Que las corrientes ya no pasan para acá, pues. Por eso todos los pozos se secaron”, precisó.
Los mil litros de agua que el Gobierno les da cada semana, manifestó, no les son suficientes y se ven obligados a comprar más agua para una parte del ganado que está en los corrales. Este líquido lo extraen de un pozo de un rancho cercano, sin embargo también se seca y el chorro que sale disminuyó de 8 pulgadas a 3 pulgadas.
“Por ejemplo ahorita que se murmura que van a hacer una presa en la Puerta del Sol, están bien asustados los de Guadalupe, los de El Sauz, San Rafael, porque si hacen una presa va a pasar lo mismo de aquí, no va haber corriente de agua”, comentó.
La vegetación en la orilla de la presa “El Molinito” también cambió, según los pobladores, los palo verdes y palo fierros no dieron flor, y algunos álamos que están cerca del vaso fueron afectados por el fuego. Lo que Víctor Manuel teme es que en caso de no llover, su ganado morirá de hambre y se pregunta a sí mismo cómo se abastecerá de agua a Hermosillo en esta crítica situación.
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