Mujeres buscadoras en Sonora realizan “de todo” para hallar a sus desaparecidos
Las mujeres buscadoras han ido adquiriendo diversas habilidades como cavar, escalar, introducirse a pozos y ahora hasta bucear.
CIUDAD OBREGÓN, Sonora.- Para las mujeres buscadoras no hay imposibles y a través del tiempo han ido aprendiendo diversas habilidades como cavar, escalar, introducirse a pozos y ahora hasta bucear, todo con la finalidad de poder encontrar a sus seres queridos que se encuentran desaparecidos.
Con palos, picos, varillas, cuerdas, palas, retroexcavadoras o lo que tengan a la mano, poniendo muchas veces hasta su vida en riesgo, han buscado a sus seres queridos que se encuentran desaparecidos, en terrenos baldíos, patios de viviendas, norias, pozos, canales, drenes, y todo lugar que les sea reportado como sospechoso.
Por la importancia de lo que hacen, se han ido adecuando a las circunstancias que van pasando en la región y que también van cambiando, es decir, en algunas temporadas los criminales utilizan cierto “modus operandi” y en otras lo cambian.
HAY QUE ADECUARSE
Líder de las Rastreadoras
de Ciudad Obregón
Nora Alejandra Lira Muñoz, líder del colectivo Rastreadoras de Ciudad Obregón, manifestó que en la labor que realizan han tenido que irse adecuando a todas las situaciones que se les presentan, ya que de no haber sido de esa forma, sus hallazgos se vieran limitados.
Cuando empezaron, mencionó, su conocimiento sobre búsquedas en diferentes áreas era muy diferente al que actualmente poseen, y lo han ido aprendiendo a como el tiempo ha ido pasando y también cómo han ido necesitando.
Comentó que reciben de todo tipo de llamados, por cuerpos expuestos, semi enterrados, sitios donde se sospecha que pudieron enterrar cadáveres, pero que los más recientes que les están haciendo es por presencia de cuerpos en canales y drenes, y que por ello, están usando todos sus esfuerzos para poder trabajar en los cuerpos de agua.
Nos hemos metido a norias de siete metros de profundidad, porque de alguna manera vamos a rescatar, nosotros vemos la manera de cómo le vamos a hacer, quién va a aprender las nuevas técnicas, quién lo va a hacer, la más joven, la más delgada, con qué vamos la vamos a apoyar, cómo lo vamos a cuidar, no tenemos tanques de oxígeno, pero sí muchas ganas de encontrar a los nuestros”, indicó.
FOTO: CORTESÍA
CORREN EL RIESGO
Karla López, de las Rastreadoras de Ciudad Obregón, compartió que en varias ocasiones le ha tocado meterse a pozos, norias, drenes y canales de riego con poco equipo y utilizando solamente su sentido común para lo que le toca hacer.
Aunque nunca le ha pasado algo de gravedad en las búsquedas, resaltó, sabe que realizar estas actividades pone en riesgo su integridad, sin embargo, no pierde la motivación para seguir haciéndolas.
Ella no tiene ninguna persona desaparecida, contó, decidió unirse al colectivo, movida por ayudar a las personas con esta problemática, pese al riesgo que esto significa.
Ser parte del colectivo, puntualizó, la ha hecho ser una persona más consciente sobre la situación de inseguridad y violencia que se vive en el municipio, lo que la ha llevado, también, a cuidarse más.
ESTÁN “OBLIGADAS”
Integrante de las Guerreras
Buscadoras de Cajeme
Ana Isabel Castro, de las Guerreras Buscadoras de Cajeme, expresó que el pertenecer a un colectivo y tener un familiar desaparecido te “obliga” a ir aprendiendo cosas que nunca te hubieras imaginado, como limpiar y separar huesos, cavar de manera más eficiente, y, también a irte haciendo más resistente al clima extremo y situaciones de riesgo.
Esto para mí es como una pesadilla, el tener que ser buscadora y defensora de los derechos humanos es algo que tuve que aprender al tener un familiar desaparecido y es algo que no se le desea a nadie, ir al monte a buscar es algo que ha marcado y cambiado mi vida por completo, pero lo hacemos para que esos desaparecidos puedan regresar con sus familias, porque si no lo hacemos nosotras, no lo hace nadie”, indicó.
Señaló que la labor que hacen no es algo sencillo, pero que dentro de todo lo que viven se han hecho muy fuertes y encuentran tranquilidad al poder regresar la paz a una familia que busca a un ser querido, y que lo que las mantiene de pie es la esperanza de que el próximo hallazgo será a quien ellas buscan.
Desde que inició como buscadora, dijo, sus días han sido una constante de estar aprendiendo en talleres y capacitaciones cosas nuevas e inimaginables, desde cómo procesar una fosa, como tratar con respeto un cadáver, como no ensuciar una escena de investigación, entre muchas otras más.
FOTO: CORTESÍA
TODO CAMBIA
Líder de las Guerreras
Buscadoras de Cajeme
Silvia Velázquez Rodelo, líder de las Guerreras Buscadoras de Cajeme, externó que desde el 2018 que su esposo y una amiga de ella desaparecieron, su vida ha cambiado completamente y que lo que más le dolía, en un inicio, era tener que pasar mucho tiempo separada de sus hijos para salir a buscar a su padre.
Cuando comenzó a buscar no sabía cómo hacerlo, comentó, en cada salida a campo fueron aprendiendo cómo realizar una búsqueda más efectiva y que con el tiempo han tenido enseñanzas importantes, que las ha convertido en lo que hoy en día son.
Al principio no sabíamos lo que teníamos que hacer ni nada, estábamos exentas de ese tipo de información, hemos aprendido muchísimo, cómo localizar una fosa clandestina, los lugares que tenemos que ir a checar para poder dar con las fosas, aprendimos a detectar el olor de putrefacción de un cuerpo, y diferenciarlo al de un animal”, subrayó.
Aun cuando lo que hacen es un trabajo muy pesado, física y emocionalmente, señaló, el poder regresar a sus hogares a decenas de personas, es el mejor pago que pueden tener.
También, indicó, se han vuelto un apoyo inmediato para las familias afectadas, ya que los procesos de las autoridades son muy tardados y “sin tacto”, que es donde ellas entran a dar contención y defender sus derechos humanos.
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