En Hermosillo tienen lento crecimiento las áreas verdes
Del año 2016 al 2020 los espacios arbolados en la ciudad tuvieron un aumentaron del 13.9%, según la agrupación Hermosillo ¿Cómo vamos?
HERMOSILLO, Sonora.- A lo largo de los años, Hermosillo ha crecido en cuanto a espacios y áreas verdes, pero aún así, continúa un déficit ya que por persona existen 4.5 metros de áreas verdes, en lugar de 10 a 15 metros cuadrados.
Ernesto Urbina Miranda, director general de Hermosillo ¿Cómo vamos?, señaló que durante el último informe de indicadores realizado en 2020, comparado con el año 2016, las áreas verdes han crecido un 13.9%, ya que de 862 que había hace cuatro años, para el 2020 se contabilizaron mil 002 espacios.
Dentro del Plan Municipal de Desarrollo 2021-2024, se señala que según ONU-Hábitat la capital sonorense presenta un grave rezago en áreas verdes.
En Hermosillo existen 168.05 hectáreas de área verde pública, un 78.44 hectáreas de área verde privada, lo cual representa apenas un 2% del espacio verde urbano.
El resto lo complementa áreas como el Ecoparque, Parque Madero, Parque Lineal Hidalgo, Parque Lineal Progreso camellones, el área conocida como Parque Central o Cerro Johnson.
El espacio verde intraurbano tiene una superficie de mil 081.98 hectáreas de superficie y se constituye con las áreas de conservación intraurbana, áreas verdes públicas y privadas, áreas municipales protegidas, camellones y parques urbanos.
Dentro del Plan Municipal de Desarrollo, se busca para mejorar y conservar la imagen urbana el realizar acciones de mantenimiento permanente en los entornos rurales y urbanos, realizar programas de reforestación y forestación para atacar el rezago de áreas verdes y fomentar la participación ciudadana a través de programas de donación de árboles.
FOTO: TEODORO BORBÓN
¿CÓMO SE HA TRANSFORMADO?
Y aunque en estos momentos la falta de áreas verdes resulta evidente, esto no fue siempre así.
La primera, digamos, área verde que se hizo en 1770, fue lo que se llamó ‘La Alameda’, la cual se hizo a la orilla de la ciudad en la carretera para Ures que es ahora el Parque Madero”, explicó Ignacio Lagarda Lagarda, cronista de la ciudad.
En ese entonces Hermosillo era simplemente un pueblo con árboles nativos, por lo que en ese lugar se colocaron álamos que se encontraban en el río, ni siquiera en la zona urbana.
Lagarda Lagarda destacó que la única área verde de la ciudad que ha persistido hasta hoy ha sido La Sauceda, pues desde tiempos ancestrales ha sido un refugio de aves migratorias.
A finales de siglo XIX, se trajeron árboles de las selvas yucatecas, los cuales se instalaron en la Plaza Zaragoza y Jardín Júarez, eran especies de ceibas y laureles de la India, los cuales fueron apodados “yucatecos”. Estos árboles se plantaron con el único propósito de tener árboles exóticos en la ciudad.
Durante la década de los 30 y 40 se instalaron yucatecos en los bulevares, particularmente el bulevar Rodríguez y el bulevar Centenario, ahora conocido como Hidalgo; también se plantaron en la plaza universitaria hoy llamada Plaza Emiliana de Zubeldía.
Esa fue la última zona urbana designada para los árboles durante esa época, a partir de ahí en ningún otra área de la ciudad se ha vuelto a hacer otro pulmón o bosque urbano.
¿Y AHORA?
El cronista de la ciudad mencionó que los parques de las colonias hacen un buen trabajo dotando de árboles ciertas áreas de la ciudad, especialmente por su carácter obligatorio al momento de realizar algún desarrollo urbano.
En los últimos 15 años se ha retomado un interés por la flora nativa de Sonora y se están plantando palo verdes, palo fierros, mezquites y otros árboles nativos en los parques.
Consideró que áreas más grandes como el Parque Madero son tan pequeñas comparadas con la mancha urbana que hoy en día que no puede seguir considerándosele como parque urbano.
No se puede esperar que en Hermosillo tengamos bosques urbanos como en las otras ciudades porque esta es una zona reseca donde las únicas plantas que sobreviven son las nativas”, explicó.
Lo que se podría hacer para mitigar esto, consideró el cronista, es hacer un bosque urbano con plantas nativas, o bien dejar un espacios de muchas hectáreas para que se convierta en bosque urbano, sin embargo ya no hay espacio en la mancha urbana para ello, por lo que tendría que ser un bosque en el exterior.
MALA URBANIZACIÓN
Un plan inadecuado de urbanización y la siembra desmedida de plantas no regionales fueron los principales factores que disminuyeron el número de áreas verdes de Hermosillo, haciendo con esto que también aumentarán las islas de calor y contaminación en las calles, afirmó Sergio Müller, integrante de Caminantes del Desierto Sonora.
Por mucho tiempo no hubo nuevos espacios designados para hacer áreas verdes; se empezaron a hacer parques muy chiquitos, y el desarrollo de la ciudad no estaba planeado para las áreas grandes, inclusoalgunas colonias tuvieron querecurrir a cerrar calles y convertirlas en espacios de recreación, como es el caso de VillaSonora”, continuó.
Esto, sumado a que en camellones y otros espacios empezaron a sembrar plantas yárboles no endémicos, la vegetación comenzó a reducirsedrásticamente en las últimasdos décadas.
Las consecuencias de talimpacto fueron el aumento delas altas temperaturas, y ladrástica reducción de arboledas en la ciudad.
“Lamentablemente, pormucho tiempo se apostó al árbol equivocado; queríamostener una ciudad muy verde,pero con plantas que no erande la región, por lo cual no resistieron el calor que ha idoen aumento”, señaló.
“Incluso, el académico Alan Navarro dijo que se hanplantado cientos de miles de árboles en Hermosillo, perono se ven porque no han sobrevivido”.
“Lo que nos dice que tenemos que cambiar el plan, yano sólo plantar”, indicó, “sino cuidar a estas especies deárboles para que perduren,porque no es sólo ponerlo enel hoyo y ya, el chiste es darle el seguimiento”.
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