FOTOS: Al bajar el agua, emergen los recuerdos
Cuando el agua de la presa El Novillo baja, emergen los recuerdos para los habitantes de Batuc al observar la iglesia San Francisco Javier, las tumbas de seres queridos, ruinas y cimientos de las que fueron sus casas.
Fue el 25 de agosto de 1964 cuando los pobladores de Suaqui, Tepupa y Batuc vieron llegar el agua a sus hogares y tuvieron que salir por la inundación provocada por la presa Plutarco Elías Calles, llamada El Novillo.
"Ni el agua, Sol, lluvia, ni viento, han hecho caer la iglesia que fue realizada por los indígenas y padres Jesuitas, la cual fue construida con piedra de cantera y los detalles realizados a mano", mencionó Samuel Acosta, encargado de la iglesia de San José de Batuc y del Centro de Salud.
Al abrir las compuertas de la presa el Novillo, las olas llegan hasta la cúpula de la iglesia, la cual tenía 7 altares y fue una de las más grandes del Estado, también tapan las pilas, lo que queda del kiosco y las tumbas del panteón del antiguo Batuc.
Las leyendas acerca del pueblo inundado de Batuc son muchas, como que extranjeros y lugareños han encontrado monedas, joyas y hasta lingotes de oro enterrados en ollas de barro, otras mencionan que los espíritus de quienes vivieron en ese bonito lugar visitan las tumbas y por la noche se ven luces.
"Queremos que nos ayuden a mantener lo que queda de la iglesia, que no se lleven ninguna cantera ni rayen las ruinas, es parte de la historia de nuestros padres y es una construcción muy importante que representa mucho para los pobladores que se quedaron a formar San José de Batuc", expresó el señor Jesús Silva.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí