Rica y cara tradición

Tratar de hablar de Sonora sin mencionar su carne asada es imposible, pues es toda una tradición en la región, misma que se mantiene vigente a pesar de los altos precios en que se oferta.

Ya sea a la hora de la comida o por las noches, el aroma de la carne a la parrilla inunda las calles de la capital sonorense a causa de familias y amigos que se reúnen y preparan el típico platillo para pasar un rato agradable lleno de tradición.

“Nosotros procuramos hacer o comer carne asada una vez a la semana porque nos gusta mucho y ya lo tenemos como costumbre en la casa”, indicó Martha López, madre de familia que compraba todo lo necesario para asar su carne, “antes comíamos más, pasa que ahora ya está un poco más cara”.

Según algunos carniceros entrevistados, los tipos de carne más solicitados por las personas son el diezmillo y la arrachera, cuyos precios en su presentación “selecta” en supermercados y carnicerías especializadas alcanzan un promedio de 175 y 336 pesos por kilo, respectivamente.

En una de las cadenas comerciales más reconocidas de la ciudad por especializarse en la venta de carne roja y producto animal, los precios para los diferentes tipos de corte están en 182 pesos para el kilogramo de diezmillo, 396 en arrachera, 399 por rib eye, la carne top sirloin en 232, el new york en 319 y el t-bone en 279 pesos.

“En la casa yo creo que sí compramos dos veces a la semana, nos gusta mucho, pero la compramos de acuerdo al presupuesto, porque ahorita ya hay carne que está bastante cara la verdad, aprovechamos los días de oferta”, comentaron Alfia y Manuel Ortega.

Servicio completo

De acuerdo a los testimonios de las personas a cargo, preparar la carne asada en el lugar y de manera gratuita es un factor que los beneficia para que la clientela siga eligiéndolos a pesar de significar un gasto considerable.

“Asamos la carne de 600 ó 700 clientes a la semana, 150 diarios, especialmente de viernes a domingo, que es cuando hay más afluencia” indicó José Portillo, encargado del asador de una cadena de supermercados local.

Existen otras alternativas si lo que se buscan son precios accesibles, tales como el Mercado Municipal, donde el precio del diezmillo ronda entre los 90 y 135 pesos, sin embargo, la suma monetaria ya no es tan distante.

La opinión de los consumidores fue que la tradición de la carne asada solamente desaparecería siempre y cuando los precios sean en exceso altos, pero por el momento el aroma de la carne seguirá por mucho tiempo en el aire.