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“¿Y por qué no?”, Guillermo aprendió a bordar con tutoriales y ahora es maestro

Guillermo Valenzuela, de 50 años de edad, aprendió a bordar y ahora tiene un club de Lectura y Bordado en la Biblioteca Jaime Arellano, en el Centro de Hermosillo.

“¿Y por qué no?”, Guillermo aprendió a bordar con tutoriales y ahora es maestro

HERMOSILLO, Sonora.- Los coloridos bordados de Tenango llamaron su atención cuando los vio en Internet, conoció su historia y se preguntó “¿Y por qué no hacerlo?”, así Guillermo Valenzuela, de 50 años de edad, aprendió a bordar y ahora tiene un club de Lectura y Bordado en la Biblioteca Jaime Arellano, en el Centro de la ciudad.

Su madre era costurera y él únicamente había tomado el hilo y aguja para coser un botón a la ropa o hacer un dobladillo al final de una prenda, esto es distinto, pues es toda una “arteterapia”.

Se me ocurrió empezar a bordar porque en Internet vi los bordados de Tenango. El bordado de Tenango inició en Tenango de Doria en Hidalgo y por la crisis económica de los años sesenta, las mujeres empezaron a bordar y a vender sus productos y al ver esa historia dije ‘¿Y por qué no hacerlo? Y me encargué mis primeras mantas y compré los hilos”, contó.

El maestro Guillermo Valenzuela Mendoza, durante una sesión del Club de Lectura y Bordado. Foto:GH

Poco a poco, el interés de Guillermo no sólo fue por el bordado mexicano, sino también por el bordado japonés, conocido como Sashiko y el Blackwork, el cual era utilizado en la edad media y actualmente ha tomado un auge en Inglaterra.

El bordado tradicional mexicano me llama la atención porque es algo que está en la tradición nuestra y yo, al ser una persona muy visual, me gusta porque es muy colorido, está lleno de color”, expresa, “los colores son contrastantes y muy vivos, además de que en cada región del país tiene diferentes finalidades, desde la tradicional o rituales hasta lo utilitario o comercial”.

Para el artista, quien también realiza pinturas y dibujos en acuarela, la técnica del bordado no es exclusivamente el producto que se obtiene al final, ya que va desde la elección de las telas, el diseño, la selección de los colores de los hilos y la técnica que se utilice lo que lo conforma.

Es todo lo que pasa detrás de ese ritual, por así decirlo, hasta que tienes el producto terminado”, añade, “todo ese tiempo, todo lo que imaginaste y plasmaste, eso es el bordado”.

Esta actividad la ha calificado como relajante y para él ha sido una terapia durante este tiempo de confinamiento, por lo que decidió crear el Club de Bordado y Lectura dentro de la Biblioteca Jaime Arellano.

Es una arteterapia, porque a fin de cuentas estamos plasmando nuestra creatividad y eso sirve para disminuir los niveles de ansiedad”, indica, “aunque a veces se nos hacen nudos en el hilo, con paciencia, es posible desenredar el hilo, por eso para las personas que son muy ansiosas se les dificulta, aquí aprenden a tener paciencia”.

Aquí Azucena García Arvizu y el maestro Guillermo Valenzuela Mendoza, durante una sesión del Club de Lectura y Bordado. Foto: GH

BORDADO PARA TODOS

En enero se realizó por primera vez esta actividad, la cual ha llamado la atención no sólo de mujeres, sino también de hombres quienes han optado por tomar la arteterapia.

Este es un club, no es un taller”, explica, “aquí las personas bordan lo que quieren son libres de hacer su bordado. Los hombres en el bordado no es nuevo pero en las comunidades donde hay bordadores es por la necesidad de vender. Ahora están cambiando los tiempos, ya está mejor visto que incursionen en actividades que nomás eran propias de mujeres”.

Y es que, antes se creía que los espacios de las bibliotecas debían ser sitios callados y reservados, pero Guillermo resalta que ahora se busca que sean sitios vivos en donde más actividades puedan ser ligadas a la lectura para atraer a más visitantes.

Ahora son lugares de reunión en donde pueden venir a conversar y a compartir experiencias, las bibliotecas están cambiando por esto encontramos en el Centro de la ciudad un lugar donde hay un club de bordado y lectura”, dice.

Dentro de las actividades de lectura, se han analizado y leído libros de diversos géneros desde poesía hasta temas referentes al bordado, ya que durante estos días han visto el libro “México Bordado” de Ximena Romero.

Entre bordado y bordado comentamos el contenido del libro o cosas que leemos e investigamos en Internet. Regularmente yo investigo y saco reseñas y las compartimos en la biblioteca. Esto ha gustado porque además de aprender las puntadas tradicionales aprendemos un poco de historia, poesía, literatura, entre otros”, añade.

Guillermo detalló que el Club de Lectura y Bordado se realiza cada jueves desde las 10:00 a las 11:30 horas en las instalaciones de la biblioteca Jaime Arellano, ubicada en la calle Garmendia entre Monterrey y Elías Calles en la colonia Centro.

Las personas que tienen interés pueden venir, no importa que no tengan experiencia aquí pueden aprender, incluso pueden venir quienes ya la tienen y compartir sus conocimientos”, afirma, “es un arteterapia para todos”.

¿INTERESADO?

Si desea integrarse a este club, sólo acuda a Biblioteca Jaime Arellano, ubicada en la calle Garmendia, entre Monterrey y Elías Calles, en la colonia Centro.

•Reuniones Jueves de 10:00 a 11:30 horas.

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