Dos empresas compraban gasolina robada en el sexenio de Peña Nieto: Carlos Loret de Mola
Carlos Loret de Mola señaló que dos empresas compraban gasolina robada para pagar menores costos y mejorar sus márgenes de utilidad.
En su columna y sin ofrecer nombres, dijo que una de ellas se dedica a la comercialización de pan y golosinas, y la otra a los útiles escolares.
El periodista señaló que tuvo acceso a un informe de inteligencia, y que fue elaborado hace cuatro años durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha optado por distribuir el combustible en camiones cisterna en algunos estados occidentales y centrales porque los oleoductos están plagados de grifos ilegales perforados por los ladrones de combustible.
El mandatario dijo el martes que esas bandas de ladrones, conocidas como huachicoleros, se han vuelto tan audaces _y tienen tantas conexiones dentro de las refinerías_ que han estado robando gasolina y diésel directamente de las plantas de Pemex.
López Obrador puso como ejemplo el hallazgo realizado por los soldados enviados a vigilar depósitos y refinerías: Una manguera de tres kilómetros (dos millas) de largo que iba de una de estas instalaciones a un tanque en el exterior.
Las autoridades informaron el lunes que desistieron de reabrir un oleoducto clave después de que se descubriera que la tubería tenía fugas de combustible en numerosos puntos.
El gobernador del estado noroccidental de Jalisco, Enrique Alfaro, señaló que las autoridades de Pemex intentaron brevemente retomar la distribución por oleoductos a una refinería en el estado vecino de Guanajuato, pero “el daño del poliducto es de tal magnitud que sería imposible reabrirlo”.
En el comunicado del martes por la tarde, la petrolera aseguró que su director general, Octavio Romero Oropeza, habló con los gobernadores de los estados afectados, con los que se acordó restablecer el suministro de combustible “en el corto plazo”, aunque sin aclarar cuánto tiempo significaba eso.
La paciencia está agotándose en algunas ciudades donde la gasolina llega solo en camiones cisterna y muchas gasolineras han tenido que cerrar.
También hay personas formadas con contenedores en la mano para comprar cantidades pequeñas de combustible, y algunas gasolineras limitaron la venta a entre 10 y 20 litros (2,5 a 5 galones) o menos.
La situación se complicó el martes en Ciudad de México y la zona metropolitana con largas filas de vehículos y gasolineras cerradas pero Pemex subrayó que en esa zona no había desabasto alguno.
Al parecer las largas filas han comenzado a fomentar la reventa de gasolina por parte de individuos, algo que podría alentar ahora otro tipo de comercio ilegal de combustible, lo que López Obrador intenta combatir.
La Confederación Patronal de la República Mexicana dijo al periódico La Jornada que el desabasto de combustible “puede generar un fomento de la actividad ilegal”, porque mucha gente podría estar dispuesta a pagar más a los revendedores.
López Obrador insistió que el robo de hidrocarburos representa pérdidas valoradas en 3.000 millones de dólares al año y que la organización es tan compleja que se ha establecido una red de distribución alternativa, clandestina e ilegal con sus propios depósitos.
De hecho, según el mandatario, algunas bandas edificaron bodegas sobre los terrenos de los oleoductos para instalar grifos ilegales en ellos. Cerca de los grandes proyectos de construcción, las bandas pueden montar puntos de venta para distribuir el diésel robado a los operadores de maquinaria pesada.
López Obrador aseguró que en su primer mes al mando del país ya ha reducido el robo gracias a su estrategia de desplegar al ejército para vigilar los depósitos de distribución y refinerías y cerrar los oleoductos perforados.
Pemex agregó que eso ha significado un ahorro para México de 2 mil 500 millones de pesos (130 millones de dólares) en solo tres semanas.
El Partido de Acción Nacional (PAN), de oposición, dijo que el 84% de las gasolineras estaban cerradas en Guanajuato, un estado que gobierna, y que en Michoacán la cifra asciende a 90%.
Como parte de la estrategia contra los huachioleros, el nuevo gobierno ha lanzado un llamamiento a la colaboración ciudadana para que los vecinos denuncien a quien les roba la gasolina a los mexicanos.
Con información de AP y Carlos Loret de Mola
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