Tláloc: ¿Cuál es el origen del dios azteca de la lluvia y el agua?
El dios recibía una adoración especial durante los meses de Atlcahualo, Tozoztontl y Atemoztli, cuando se le ofrecían flores.
Uno de los dioses más recordados de las antiguas culturas mesoamericanas de México es, sin duda, Tláloc, que siempre es mencionado en época de lluvias por su abundancia o en temporada de sequías por su brillante ausencia; sin embargo, muy pocas personas conocen su verdadero origen y significado en la la cultura Azteca.
De acuerdo con los mitos de la Creación Azteca, el nacimiento de Tláloc aconteció al mismo tiempo que Quetzalcóatl y Huitzilpochtli, deidades relacionadas con el sol, desmembraron a Cipactli, un monstruo marino, mitad cocodrilo y mitad pez.
Desde su concepción, Tláloc fue considerado como el rey de los fenómenos atmosféricos y el espíritu de las montañas, debido a sus asociaciones con el agua por medio de la lluvia, relámpagos inundanciones y hielo.
Además, era el esposo de Chalchiuhtlicue, reconocida como la diosa del amor, la belleza y el agua de los ríos, lagos y mares. Mientras que Tláloc se encargaba del estado de la agricultura, su esposa era protectora de los navegantes marítimos.
De dicho matrimonio tuvieron muchos hijos llamados 'tlalocas', representados como las nubes del cielo.
El papel de Tláloc fue tan fundamental que los aztecas erigieron dos templos idénticos en la pirámide del Templo Mayor: uno dedicado a Huitzilopochtli, que personificaba la estación seca, y otro en honor a Tláloc, al que se le concedió una posición de igual importancia.
El dios recibía una adoración especial durante los meses de Atlcahualo, Tozoztontl y Atemoztli, cuando se le ofrecían flores. Para aplacar al dios y obtener su favor, las ofrendas más sombrías consistían en sacrificios humanos, incluyendo a niños.
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