La evolución se acelera para salvar al demonio de Tasmania
Solo existen tres tipos de cánceres contagiosos en la naturaleza, y el demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii) ha tenido la mala fortuna de sufrir uno de ellos, mortal de necesidad. Llamado enfermedad de tumores faciales del demonio de Tasmania (DFTD por sus siglas en inglés), se transmite mediante las mordeduras y mata irremisiblemente al individuo que lo padece. Los naturalistas calculan que el DFTD ha acabado con el 80% de la población de este marsupial carnívoro, que vive en la isla australiana de Tasmania, en los últimos 20 años. La extinción parecía inevitable.
Pero hay esperanza para la especie, popularizada por los dibujos animados de la Warner. Una investigación hecha pública por la revista Nature Communications, realizada con 294 ejemplares de tres zonas diferentes, ha detectado que dos pequeños fragmentos de su ADN está cambiando a toda velocidad, y que allí hay varios genes –en concreto, siete– relacionados con la inmunidad contra los tumores en humanos. Los investigadores han llegado a esta conclusión gracias a que han podido analizar muestras datadas entre 1999 y 2014 y observar la evolución.
El azote del cáncer facial fue descubierto poco antes, en 1996, y dada la velocidad a la que se propagaba, los expertos vaticinaban que el demonio de Tasmania tendría que haber desaparecido ya hace años. Las mutaciones recién descubiertas explicarían su inesperada resistencia.
Los otros dos cánceres contagiosos que se conocen son el tumor venéreo canino, que afecta a los perros, y otro transmitido entre almejas norteamericanas.
Fuente: Muy Interesante
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