Carlos Dumois

El movimiento del gobierno corporativo ha cobrado fuerza en el mundo en los últimos 30 años.

La falta de apertura y diálogo pueden destruir la armonía familiar. A veces los hermanos somos incompatibles.

Algún día entenderemos lo que significa el costo de oportunidad.

¿Sabemos las consecuencias de no tomarnos en serio transmisión del patrimonio y el poder a la siguiente generación?

¿Será que alguna vez hubo verdadera confianza? ¿Las expectativas eran realistas? Las posibilidades de ayuda que este empresario visualizaba, ¿respondían con realismo a lo que su amigo esperaba y podía hacer?

Los especialistas en liderazgo han tipificado conductas deformadas que muchos dirigentes adoptan y que debilitan de forma importante el impacto que tienen en sus organizaciones.

Una organización que cambia rápido seguramente está conformada por equipos de trabajo alertas, atentos a no perder validez, abiertos a su propia transformación.

El valor de nuestra empresa sólo se multiplica si aprendemos a irradiar el poder.

La capacidad de crear riqueza en armonía con las siguientes generaciones determina el futuro de las empresas familiares.

El dueño competente es quien sabe crear riqueza. No en un golpe de suerte o en una sola ocasión, sino de manera consistente.

Abandonar lo que ya no funciona es un gran reto dentro de la empresa, pero también afecta profundamente a los líderes empresariales en lo emocional.

¿Cómo transmitir el cimiento del espíritu de Dueñez a la siguiente generación?

La estupidez funcional es un sistema de gestión impulsado por las organizaciones que se centra en eliminar el razonamiento analítico de los trabajadores.

La tolerancia organizacional es un enemigo silencioso del crecimiento.

La Querencia Familiar sí es una sola.